Los residentes de la zona de los Cayos, en el estado de Florida, en Estados Unidos, no estaban de acuerdo y alzaron la voz para manifestarse en contra, pero nada pudieron hacer. Finalmente se aprobó un plan a través de cual se liberará más de 750 millones de mosquitos genéticamente modificados, durante los años 2021 y 2022.
«La administración ha usado dólares de impuestos y recursos del Gobierno para un experimento de Jurassic Park», afirmó Jaydee Hanson, la directora de políticas para el Centro Internacional para la Evaluación de Tecnología y el Centro para la Seguridad Alimentaria, en un comunicado.
«¿Qué podría salir mal? No lo sabemos, porque la EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos) se negó ilegalmente a analizar seriamente los riesgos ambientales, (y) ahora sin una revisión adicional de los riesgos el experimento puede continuar», agregó.
Con este experimento se pretende comprobar si un mosquito modificado genéticamente es una alternativa real a la aplicación de insecticidas para controlar el mosquito Aedes aegypti, una especie portadora de varias enfermedades mortales, como el dengue, el zika, o la fiebre amarilla.
El mosquito, que recibe el nombre de OX5034, ha sido alterado para que sus crías hembras mueran cuando aún son larvas. Esto se debe a que el mosquito hembra pica en busca de sangre, que necesita para madurar sus huevos, y es cuando transmite las enfermedades. Los machos tienen como alimento el néctar, por lo que no pueden portar ninguna enfermedad, publica CNN.
El mosquito también está aprobado para ser liberado en el condado de Harris, Texas, a partir de 2021, según Oxitec, la empresa de propiedad estadounidense con base en el Reino Unido que desarrolló el organismo genéticamente modificado (OGM).
«Este es un avance emocionante porque representa el trabajo pionero de cientos de personas apasionadas durante más de una década en varios países, todos los cuales quieren proteger a las comunidades del dengue, el zika, la fiebre amarilla y otras enfermedades transmitidas por vectores», afirmó el director ejecutivo de Oxitec.
La Agencia de Protección Ambiental concedió la solicitud de Oxitec después de años de investigar el impacto del mosquito alterado genéticamente en la salud humana y ambiental.