Hoy en Palabras Sacan Palabras conversamos con Carlos Pinto, periodista y quien fuera conductor de los programas “Mea Culpa” y “El Día Menos Pensado”, entre otros.
Por el exitoso reestreno de Mea Culpa, dice que ha encontrado “dos razones, que están lejos de ser analíticas o de peso: esto se da en condiciones como pandemia, donde al día posterior no hay un horario temprano para el trabajo por lo tanto el hecho de tomarse un traguito y conversando más allá de la hora es permitido en casa. Y la necesidad de comunicarse con el mundo, aunque sea una situación fantasmagórica -porque son casos que no se ven- es muy lejana”.
“La gente le otorgó un rating porque empezó a entender que el programa tenía valor, que había durado en el tiempo y se estaba convirtiendo en un clásico. Se dice que un clásico es lo más moderno que hay, y entender que un programa que uno lo dejó de hacer hace 12 años hoy tenga un renacer… a la gente le importó muy poco que no sea 4K, se hace una abstracción de eso y le otorgan un privilegio extraordinario”, agrega.
¿Le gustaría entrevistar nuevamente a Hugo Bustamante, imputado por el Caso Ámbar? “Obviamente”, responde Pinto. “Capaz que me dé la entrevista si tuviéramos la posibilidad de repetir el programa, sin lugar a duda. Estamos hablando literalmente de un psicópata, que eso es harina de otro costal, y que ha generado todos los problemas. Porque todos los delitos que él cometió pudieron ser evitados, sin duda”, reflexiona.
“A mí no me cabe la menor duda que si todo es como pensamos, que se trata de él, va a vivir el resto de su vida en la cárcel. No va a vivir para la libertad”, dice Carlos Pinto.
Cuenta algo que vio en las cárceles chilenas: “En los países grandes cada vez que hay un delito en serie, o algo como lo que ha cometido Hugo Bustamante, el psiquiatra de la cárcel los entrevista y diagnostica. Y si los diagnostica -como en este caso- como un psicópata, su devenir no puede estar sujeto a posibles beneficios carcelarios. Pero en Chile no hay psiquiatras en la cárcel, hay psicólogos. Entonces el psicólogo da un informe muy acabado desde el punto de vista mental, está capacitado y es válido, pero nadie diagnostica. Entonces ellos recomiendan que no tenga libertad, pero no tiene peso específico. El peso específico se lo da un diagnóstico. (…) Acá descubrí que hay un solo psiquiatra, pero no para los reos, es para la institución. No está el psiquiatra preocupado de quién llegó”.