Llevar una vida saludable no necesariamente tiene que ser sinónimo de pasar hambre. Con una dieta adecuada este no tiene por qué ser el caso, además existen trucos para mantenerlo bajo control y conseguir tus objetivos.
Una buena idea es establecer unos horarios regulares para las comidas, así tu cuerpo se acostumbrará a recibir alimentos a determinadas horas, evitando sentir hambre en cualquier momento.
Puede ayudarte también realizar cinco comidas diarias, evitando que pase mucho tiempo entre unas y otras, entre 3 y 4 horas como máximo. Evitarás el picoteo innecesario y llegar con hambre a las ingestas principales, lo que puede hacer que comas demasiado o con cierta ansiedad, publica Vanitatis.
Come tranquila
El tiempo que dedicas a comer es importante, igual que el resto de actividades de tu día, por eso debes dedicarle toda tu atención. Hazlo en un ambiente relajado, mastica despacio y saborea la comida. Conseguirás disfrutar de un rato de calma, pero también serás consciente de lo que estás comiendo, dejando que tu cuerpo se dé cuenta de cuándo estás saciada. Hacen falta unos 20 minutos para que tu cerebro mande la señal de saciedad.
Escoge bien lo que comes
Evita los alimentos ricos en azúcar, como los dulces y los pasteles. No suelen tener mucho valor nutricional y además la energía que aportan se consume muy rápido por lo que, aunque en el momento de tomarlas te sientas satisfecha, poco tiempo después volverás a tener hambre. Mejor opta por alimentos ricos en fibra, como frutas y verduras. Como se digieren más lentamente, la sensación de saciedad que aportan dura más tiempo. Además suelen ser muy cómodos de transportar, por lo que puedes llevarlos en el bolso. Escoge alimentos que te ayuden a mantenerte saciada y que sean saludables, como un puñado de frutos secos o huevo cocido, muy rico en proteínas de calidad.
La hidratación es importante
Mantenerte hidratada es importante tanto cuando quieres perder peso y como cuando este no es tu objetivo. Sin embargo en el primer caso resulta más útil porque el agua puede ayudarte a sentirte saciada. En ocasiones se confunde el hambre con sed por lo que tener una botella de agua a mano puede ayudarte a aclarar la confusión.
Ejercicio y descanso
Así como se confunde el hambre con sed, también sucede con el aburrimiento o los nervios, por eso es importante ser consciente de tus emociones y aprender a diferenciarlas. Evita el aburrimiento buscando un entretenimiento, como el ejercicio físico, que además te ayudará a mantenerte en forma. Recuerda descansar el tiempo suficiente porque, si bien dormir el tiempo necesario no te ayudará a adelgazar, no hacerlo puede hacerte ganar peso. Las hormonas del apetito se desequilibran y es más fácil dejarse llevar por el cansancio y el hambre.