ENTREVISTAS

Erick Pohlhammer: “El error más importante (de Piñera) es no saber relajarse”

“Yo capto a las personas por la vibración, y él puede estar equivocado en muchas cosas, pero tiene buena vibración”, dice el poeta, quien además asegura estar “ebrio de felicidad”.

Erick Polhammer

Hoy en Palabras Sacan Palabras conversamos con el poeta Erick Pohlhammer. Dice que ha “estado muy bien, me he sentido cada día mejor. Mi abuelita Olga siempre decía: ‘Al mal tiempo buena cara’”.

Defiende la meditación, se autodefine como “zen” e incluso asegura que es el secreto de la selección de fútbol alemana. De hecho, le recomienda a Piñera practicar mindfulness (meditación): “Me asombra que no lo haga. Los romanos, el emperador Marco Aurelio, ya practicaba técnicas del bienestar mente-cuerpo, y a partir de esa práctica adquirió una templanza y sabiduría. Por eso es considerado Marco Aurelio ‘el sabio’”.

“No creo que Piñera sea un rufián, como dicen, he estado con él y su hermano en fiestas y carretes… Me parece una buena persona Sebastián Piñera. He estado en la casa del negro Piñera en unos asaditos y tomando whisky, cantando karaoke, y una vez con Sebastián Piñera estuvimos en un café. Yo capto mucho a las personas por la vibración, y él puede estar muy equivocado en muchas cosas, pero la vibración no es la de una mala persona. Para mí, tiene una buena vibración”, agrega el poeta.

Continúa: “Sebastián Piñera y todo el gabinete, Donald Trump incluido -las personas que están en situación de poder-,  deberían leer a Marco Aurelio más que nunca porque es una situación muy estresante. Yo he sido director de colegio y sé lo difícil que es manejar un colegio. Hay un libro que se llama ’22 errores que comete el Ejecutivo’, pero no aparece un error fundamental: Yo hice un libro para reírme un rato -quiero que sea un best seller de autoayuda para ganar más plata- que se llama ’23 errores que comete el Ejecutivo’, y el primer error más importante es no saber relajarse”.

Pohlhammer cree que “es bueno que exista el alcohol, porque te hace evadir la realidad, pero por un cierto tiempo. Si yo empleo el alcohol como recurso para evadir el mundo y sus problemas, como una religión, voy a terminar sin riñón ni intestino grueso. Me voy a morir de alcohólico. Así que yo decidí enfrentar la vida de forma más feliz (…), no necesito tomar alcohol, ando ebrio se serenidad, ebrio de alegría, ebrio de felicidad”.


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