Kelly Osbourne es la hija más mediática de Ozzy Osbourne y eso ha derivado en que su vida privada esté permanentemente en el ojo público. Muchas veces rodeada de polémicas, que parece haber dejado atrás.
A lo largo de los años, la cantante ha tenido impactantes cambios físicos, los que la han llevado a decir que ha sufrido «más por estar gorda que por ser drogadicta».
Pese a todos los comentarios negativos que ha recibido por culpa de la industria, la hija de Ozzy siempre se ha mantenido firme y ahora, por fin, logró dejar toda esa negatividad atrás.
Kelly, actualmente de 35 años, sorprendió a sus seguidores con un drástico cambio tras bajar cerca de 40 kilos. Eso sí, esta vez lo hizo de manera responsable, siguiendo una alimentación saludable y ejercitándose.
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A través de su cuenta de Instagram, Osbourne compartió algunas fotografías de su cambio, en las que se ve totalmente renovada. Muy bien por ella.