La noticia de la semana es la impresionante explosión en el puerto de Beirut y que ha dejado daños a 10 kilómetros a la redonda. A dos días de la explosión las autoridades libanesas señalaron que la cifras ascendieron a 137 los muertos y más de 5.000 los heridos.
A medida que pasan los días se van conociendo más registros del estallido y los destrozos que dejó en gran parte de la ciudad. Uno de ellos es el de un sacerdote que estaba en plena misa cuando ocurre la explosión.
Debido a la pandemia del coronavirus la misa de la iglesia católica maronita San Maron Bauchrieh, ubicada a 1.5000 metros del puerto, estaba siendo transmitida por Facebook, por lo que el momento fue visto por los feligreses que escuchaban las palabras del cura desde sus casas.
En las imágenes se puede apreciar que la luz eléctrica se interrumpe y segundos después comienzan a caer escombros. El sacerdote, del que no se ha dado su nombre, intenta escapar pero parece caer al suelo golpeado por un trozo de concreto.
Christine Rousselle, una periodista especializada en temas religiosos, dijo que el hombre se encontraba sano y salvo. Por su parte, la iglesia San Maron Bauchrieh publicó imágenes del templo luego de la explosión.
“Agradecemos a Dios que protegió a los que estaban en la iglesia de un desastre”, dice parte del mensaje que publicaron en su cuenta de Facebook donde subieron fotografías con los daños sufridos en el lugar.
“Oremos por todos los mártires que han caído, que Dios tenga piedad de ellos y dé paciencia a su familia”, finaliza el mensaje.
Según las autoridades, unas 2.750 toneladas de nitrato de amonio, almacenado “sin medidas de seguridad” en el puerto de Beirut serían la causa del desastre. Michel Aoun, presidente del Líbano, calificó el hecho de “inaceptable” y prometió el máximo castigo para los responsables.
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