Durante el jueves recién pasado, fue publicado por Microsoft un informe que reveló la existencia de ataques cibernéticos provenientes de Irán, China y Rusia con el fin de influir en las elecciones norteamericanas prontas a realizarse el próximo 3 de noviembre.
Los hackers no tenían un objetivo definido, y tanto Donald Trump como Joe Biden se vieron afectados. De acuerdo al reporte, entre los atacantes se encuentran grupos rusos que ya habían participado en sucesos similares durante las elecciones de 2016.
Los ataques fueron dirigidos principalmente a personal político y de campaña, que sufrieron al menos 200 ataques por parte de grupos rusos. Mientras que los hackers chinos apuntaron tanto a EEUU como en Europa, teniendo como objetivos también al Partido Popular Europeo y el think tank German Marshall Fund. Por último, los iraníes se enfocaron en tratar de obtener acceso a cuentas de personas relativas a la campaña de Trump y otros funcionarios gubernamentales.
El informe sale a la luz un día después de que Adam Schiff, jefe del Comité de Inteligencia, señalara en su cuenta de Twitter que desde la Casa Blanca intentaron “suprimir reportes de inteligencia sobre la interferencia rusa en las elecciones”. Además, agregó que intentaron “alterar la información para que coincidiera con los reclamos de Trump para realizar falsas declaraciones ante el Congreso”.