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Donald Trump volvió a romper todos los protocolos sanitarios tras recibir el alta

Siempre reacio a adoptar precauciones, el presidente de Estados Unidos hizo todo lo que se recomienda no hacer ante la pandemia.

Donald Trump pandemia

Donald Trump montó un verdadero show tras ser dado de alta del hospital militar Walter Reed donde fue tratado por Covid-19. Digno de una películade Hollywood, el espectáculo incluyó llegada por los aires en helicóptero, música épica, paseo triunfal y un teatral despojo de la mascarilla en el balcón de la Casa Blanca.

El problema es que el presidente de los Estados Uniddos, siempre reacio a adoptar precauciones, en su salida del recinto médico y en su regreso a Washington, hizo todo lo que se recomienda no hacer ante la pandemia.

Ya en su salida del hospital, el mandatario bajó las escaleras posando unas de sus manos por toda la baranda para apoyarse, algo que se ha recomendado no hacer, pues ese contacto puede facilitar el contagio de coronavirus.

Desde que salió del Walter Reed y hasta que descendió del helicóptero que lo trasladó a la Casa Blanca, se vio a Trump llevar puesta la mascarilla. Todo un récord para un presidente al que no le gusta usarla (no se le vio con una hasta julio pasado, tres meses después de declararse la pandemia) y que hace burla de su oponente en las presidenciales, Joe Biden, por llevarla siempre en público.

Sin embargo, esto también era parte de la puesta en escena del magnate y mandatario. Una vez en el balcón, y con un gesto triunfal y calculado, Trump se quitó la mascarilla. En un momento pareció incluso que la iba a arrojar, pero en vez de ello la dobló y se la guardó en un bolsillo de la chaqueta.

Acá se encuentran dos contraindicaciones en una: las autoridades recomiendan usar la mascarilla en lugares públicos y de trabajo (la Casa Blanca, aunque tiene zonas de uso exclusivo para la familia presidencial, es el centro del Ejecutivo y lugar de trabajo de cientos de personas) y también piden no guardarla doblada en los bolsillos, sobre todo tratándose un positivo. Lo óptimo es tirarla envuelta en una bolsa de plástico o ponerla en un estuche especial.

Pero estas no fueron las únicas contravenciones a las recomendaciones. Este lunes, durante su estancia en el hospital, Donald Trump hizo un breve paseo por las inmediaciones del centro a bordo de uno de los vehículos presidenciales, a fin de saludar a algunos de los simpatizantes que se habían acercado a desearle pronta recuperación.

Esta acción también fue muy criticada, pues las autoridades médicas ordenan un confinamiento estricto de los pacientes positivos. James Phillips, uno de los médicos del hospital, lo criticó duramente, pues el automóvil presidencial está sellado herméticamente, poniendo en gran riesgo de contagio a las personas que lo acompañaban.

El mandatario, además del video de su regreso, publicó otro con una breve declaración tras su llegada a la Casa Blanca, en el que señaló: «Sé que hay un peligro, hay un riesgo, pero eso está bien. Ahora estoy mejor, quizás soy inmune, no lo sé. Pero no dejen (que el virus) domine sus vidas, salgan, tengan cuidado».

Pese al triunfalismo del presidente estadounidense, su mismo equipo médico puntualizó que aún no ha pasado el peligro de la enfermedad. Sean Conley, su médico personal, admitió que están en «terreno no explorado», pues Donald Trump recibió un cóctel de fármacos experimental y solo ha estado tres días ingresado en el hospital.


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