Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con Eric Goles, premio nacional de Ciencias Exactas, miembro de la Academia Chilena de Ciencias y autor del libro “Una especie de zumbido en la cabeza”.
La inteligencia artificial es un tema que el matemático revisa en su última publicación, y acá la explica en fácil: “La inteligencia (artificial) no es sólo hacer bien ciertas tareas o resolver problemas matemáticos. Es la capacidad de pasarse películas, hacer planes, tener emociones y conciencia… y hasta el momento no hay ningún programa que lo tenga. (…) Ese programa que juega bien ajedrez imaginemos que está en la casa y un día dice ‘no estoy ni ahí, hoy no quiero jugar ajedrez porque me estoy dedicando a estudiar recetas de cocina’. Hoy no hay ninguno que haga eso, y me sorprendería. Nosotros hoy colocamos la música y el programa la ejecuta”.
A algunos les da miedo el asunto, pensando que nos van a reemplazar robots. Goles pone la pelota al piso: “La denominada inteligencia artificial, que son programas que buscan regularidades, no nos desplazan, sino que nos llevan a hacer otras cosas. Con la aparición de los softwares de texto desaparecieron las máquinas de escribir, pero la gente sigue escribiendo y creando. Lo que llamamos inteligencia artificial nos va a permitir encontrar otros oficios y trabajos”.
Y de cara al plebiscito, el premio nacional de Ciencias Exactas cree que hoy “la verdad se relativiza”. “Si estamos hablando de ella – en términos generales-, para buscarla en una conversación con terceros en sociedad, hay que ponerse de acuerdo en las reglas. Ese es un invento griego: la geometría y la filosofía, que era una búsqueda de un rayado de cancha. Hoy cuando decimos que queremos buscar la verdad no podemos obtener ninguna si no nos ponemos de acuerdo en ciertos principios básicos, porque uno construye a partir de lo que uno está de acuerdo”, agrega.
Para Eric Goles, “en una nueva constitución los rayados de cancha tienen que ser lo suficientemente amplios como para no dejar fuera lo importante. No se puede colocar cada detalle de lo relevante y armar un monstruo inoperante. Tiene que tener grandes principios y líneas, entre ellos el derecho a la privacidad y libertad individual. Hilar fino no me parece que se haga a través de la constitución”.
“Más que buscar absolutos consensos, tenemos que respetar nuestros disensos. Respetar nuestras ideas. No nos vamos a quedar pegados en manifestarnos toda la vida: vamos a construir un país mejor a partir de nuestras diferencias. Eso en el siglo XXI es una idea matriz. (…) ¿Cuánto nos va a tomar? ¿cuántos dolores y dificultades? Probablemente mucho”, remata.