Tras décadas de descanso submarino, el “Ekranoplano Lun” por fin emprende su último viaje. Estas bestias dominaron el área del Mar Caspio durante la II Guerra Mundial, desplazándose a poca altura, alcanzando velocidades de más de 550 km/h, haciéndole justicia a su apodo de ‘Monstruo’.
En julio de este año, tras 14 horas en el mar, una flotilla de remolcadores llevaron este coloso a su destino, la ciudad de Derbent. Es en ese punto donde el gigante de 380 toneladas pasará a convertirse en una atracción turística en el “Patriot Park”, un museo militar y parque temático que exhibirá diferentes tipos de equipo militar soviético y ruso, ubicado en la ciudad costera.
A pesar de sonar como una buena idea, la viabilidad de los ekranoplanos siempre fue muy limitada. A baja altura, podían ser derribados por las olas del mar y el agua es un constante peligro para los motores. Es por esto, que el gobierno ruso decidió desistir de su desarrollo tras la disolución de la Unión Soviética, dejando a este gigante dormir en las profundidades, hasta ahora.