Hoy en Palabras Sacan Palabras conversamos con Claudio Borghi, amigo de la casa, sobre el fallecimiento de Diego Armando Maradona.
“Para estar a la altura de los mejores del mundo uno tiene que ser egoísta, duro, pelearse con mucha gente, y Diego tenía un poco de todo eso (…). En la cancha no había posibilidades de no ganar, de no querer jugar bien. Pero eso era en la cancha, en la vida era un tipo totalmente diferente”, dice el Bichi.
Precisa que “aquel que no lo conoció lo ve como un tipo complicado, osco, bruto, bravo… pero es todo lo contrario. Son personajes creados, también”.
Un deceso que en Argentina significará 3 días de luto, e incluso el presidente Fernández ofreció el palacio de gobierno para velar al polémico ícono del fútbol. Estos homenajes Borghi los considera “algo admirable”, pero critica que en el país trasandinos “al ser tan respetados (figuras como Maradona), también les perdonan muchas cosas. (…) El presidente argentino hoy es hincha de Argentinos Juniors, así que también tenía un cierto grado de cercanía”.
Y cuenta una anécdota en exclusiva a La Radio del Rock: Recibió un WhatsApp de Diego Armando y lo borró. Así lo detalla: “La estupidez más grande que hice en mi vida fue recibir un mensaje de él hace dos o tres meses, donde me decía que quería hablar un poco de fútbol, que era Diego Maradona, y yo como no tenía su número… en esto de borrar chats y borrar mensajes lo borré”.
“Como sabemos que estaba blindado y no dejaba entrar a mucha gente a su alrededor, desgraciadamente no pude hablar de lo que me hubiese gustado. Ese es el pecado que he cometido últimamente y me arrepiento tanto. Escuché su mensaje, pero cuando lo escuché no lo guardé. Después, limpiando el teléfono -cuando te dice ‘no tienes más espacio’- desgraciadamente lo borré”, continúa.
Pero insinúa que, pese a todas las críticas que han llovido sobre Maradona, su círculo “va a ser mucho más criticado cuando nos enteremos de algunas (cosas más)… yo tengo entendido que falleció con dos personas alrededor que ni siquiera eran parientes (…). Diego murió en una soledad que no era justa ni necesaria”.