Game Of Thrones ha generado polémica más de una vez por lo cruenta de algunas escenas. Sin embargo, hay pocas que hayan llegado al nivel de controversia como la violación de Sansa Stark (Sophie Turner) a manos de Ramsay Bolton (Iwan Rheon).
La escena de 2015 tuvo un gran impacto en ambos actores. Turner se lanzó al activismo contra las violaciones y la violencia de género, mientras que Rheon se ha referido a ella como “el peor momento de su carrera profesional”.
En una entrevista con Metro, Iwan fue tajante con el tono de la escena: «Fue horrible. Nadie quería estar ahí. Nadie quería hacerlo, pero si estás contando una historia tienes que hacerlo fielmente», dijo. «No es que lo hayan hecho de modo sensacionalista. Fue muy, muy difícil de ver. Es una cosa horrible que no debería suceder. Fue el peor día de mi carrera».
Respecto al clásico tono violento de la serie, el actor señaló que “cuando cortan el dedo de alguien no lo ves, y cuando hay un primer plano, es una pieza de plástico. Simplemente estamos actuando, no es real. Después tienes algo como esto donde estás en la verdadera realidad de la situación y es muy difícil lidiar con ello. Fue horrible, un día horrible. Esto tendría que ser algo de lo que no deberíamos siquiera preocuparnos, porque es algo que no debería existir en este mundo, pero desgraciadamente existe”.
La controversia generada fue tal que los showrunners de la serie debieron responder a la ola de críticas, anunciando en 2016 que bajarían el tono de la violencia sexual de la serie.