Ayer todavía no había terminado de contabilizar todos los votos, cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se declaró ganador de las elecciones y denunció “fraude”, sin ninguna prueba que lo respalde.
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Sin embargo, su sector mantuvo distancia y no apoyó sus declaraciones. Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado y uno de los aliados del mandatario, salió al paso de las afirmaciones del gobernante y señaló que los candidatos deben adaptarse “a las reglas de cada estado”.
«Afirmar que ganó las elecciones es diferente a terminar el conteo. La decisión de los estados sobre cómo llevar a cabo la elección no es asunto del gobierno federal», dijo el senador a la prensa. pidiendo respetar la soberanía y autonomía de los estados, según reporta Huffington Post.
Otro que cuestionó las declaraciones de Trump fue Marco Rubio, senador por el estado de Florida. Dijo en su cuenta de Twitter: «Tomarse días para contar los votos emitidos legalmente NO es fraude».
Por su parte, el exgobernador republicano Chris Christie, quien además es asesor de Trump, aseguró a la cadena ABC News que hay que dejar que el proceso se desarrolle antes de juzgarlo como defectuoso: «Es una mala decisión estratégica, es una mala decisión política y no es el tipo de decisión que se esperaría que tomara esta noche alguien que ocupa el cargo que ocupa».
Hasta el momento Joe Biden está a un paso de ganar las elecciones. Tiene 264 delegados en el Colegio Electoral, versus los 214 que acumula Trump, por lo que solo seis votos lo separan de la Casa Blanca.