Conocer nuestro origen y entorno ha sido parte de las misiones de la comunidad científica. En esa línea, un estudio realizado por ETH Zurich recabó datos que afirmarían que hace 4.500 millones de años la Tierra era muy parecida a lo que hoy es Venus.
El análisis partió desde la premisa que el mundo de las ciencias conoce: la Tierra cubierta de magma hace millones de años. Pero los datos más difíciles de obtener son cómo era la atmósfera en ese momento, por lo que el trabajo tuvo que trasladarse a los laboratorios.
Paolo Sossi, investigador principal del ETH Zurich, estableció las relaciones entre el magma y el aire, señalando que el primero «intercambia gases constantemente con la atmósfera suprayacente. Ambos se influyen mutuamente. Entonces, puedes aprender sobre uno del otro».
Proceso del experimento
Para llegar a resultados consistentes, Sossi y los demás investigadores crearon magma en un laboratorio. Para eso requirieron de equipos especiales que permitieran calentar los componentes utilizados a dos mil grados.
En paralelo, generaron las condiciones atmosféricas lo más parecidas a Venus, para -posterior al enfriamiento- notar que sus resultados eran considerablemente parecidos con la atmósfera de la Tierra.
Según el análisis del instituto, se encontró que después de enfriarse desde el estado de magma, la Tierra tenía una atmósfera que se estaba oxidando ligeramente, con dióxido de carbono como componente principal, así como nitrógeno y algo de agua».
De acuerdo con Sossi, el artículo publicado tiene una conclusión principal: desde sus inicios, tanto Venus como la Tierra tenían condiciones parecidas. Sin embargo, la proximidad al sol de Venus no le permitió desarrollar el ambiente que la Tierra tiene actualmente.