Christopher Nolan es uno de esos directores que se ha ganado, además d euna legión de fanáticos en el mundo, un espacio en la industria del cine gracias a cintas complejas, enrevesadas y que dejan pensando al público más allá de la historia.
Los más prejuiciosos probablemente dirán que es un cine que no se compara con productos comerciales, como por ejemplo, las películas de la saga de Rápido y Furioso”, donde las explosiones y carreras de autos son lo importante, mientras que el contenido y la historia pasa a segundo plano.
Pero el propio Nolan confesó que es un fanático de la saga protagonizada por Dominic Toretto y sus amigo: «En realidad tengo una debilidad muy especial por ‘Tokyo Drift’”.
«Con las versiones de Justin Lin, a medida que se vuelven más alocadas y grandes y alocadas y grandes, se vuelven algo diferente, pero algo diferente que es divertido», contó el director británico en conversación con el podcast Happy Sad Confused.
Recodemos que «Tokyo Drift» es la tercera entrega de la saga y en la que no aparece Vin Diesel ni Paul Walker, sino que es protagonizada por Lucas Black, quien hace de Sean Boswell, un joven de 17 años que debe ir a vivir con su padre en Japón.