Noticias

Barack Obama reflexiona sobre los Estados Unidos saliendo de la era Trump

"La buena noticia es que, gracias a la democracia, Donald Trump tampoco logró el 100% de lo que él quería”, dijo el ex mandatario en conversación con Cadena Ser.

Obama

Barack Obama conversó en exclusiva con Javier del Pino de Cadena Ser.

En la entrevista, el ex presidente de Estados Unidos habló sobre sus miedos y frustraciones, la situación política global, el legado que deja Donald Trump y la pandemia de coronavirus que azota el mundo.

Su llegada a la Casa Blanca en 2009

Obama rememoró su llegada a la Casa Blanca en 2009. Pero no la recuerda precisamente como un camino de rosas: «Me encontré en mitad de cinco crisis simultáneas. No tenía demasiado tiempo para reflexionar. El barco se estaba hundiendo y yo estaba achicando agua para asegurarme de que podíamos seguir a flote». Y es que incluso la que un día fue la persona más poderosa de la tierra asume que hay cosas imposibles de cambiar. «Los gobiernos son, como yo suelo decir, buques transatlánticos, no lanchas motoras. Mover la maquinaria del estado hacia una dirección mejor, requiere un esfuerzo enorme. En las democracias hay muchas presiones para frenar; hay grupos de interés que hacen lo que pueden para que las cosas no cambien. Es más fácil parar algo que poner algo en marcha».

Para entender quién es Barack Obama y el porqué de muchas de sus políticas debemos repasar su trayectoria vital. El Obamacare, la gran reforma sanitaria que dio cobertura médica a millones de estadounidenses, es uno de los grandes legados de su Administración. Bajo su presidencia también se impulsaron grandes programas sociales no solo en lo que respecta a la salud, sino también a la educación.

«Yo no nací rico. Tuve que pedir créditos para poder ir a la universidad y eso me hizo entender mejor los problemas de los jóvenes que quieren ser algo en la vida pero no tienen los recursos para conseguirlo. Sus padres les quieres tanto como los padres ricos quieren a sus hijos, pero no tienen capacidad de proporcionarles ese apoyo. Y eso significa que el gobierno tiene que estar ahí para ayudar. Para darles una escalera hacia el futuro», asegura Obama.

De la «Obamamanía» a la frustración de sus votantes

Las expectativas de cambio que generó la figura de Obama contrastaron, para muchos de sus votantes, con la tibieza de sus reformas una vez llegó al poder. Lo que en un comienzo desató una Obamamanía que llenaba estadios no tardo en transformase en frustración de los que esperaban más de él.

«Por un lado, la ilusión que había en torno a mi candidatura me dio una cierta cantidad de capital político que podía ir gastando. Me hizo potencialmente más influyente en el ámbito internacional de lo que un presidente de Estados Unidos normal podría ser. Me permitía persuadir a otros países, sin tener que forzarlos, para que trabajaran con nosotros en asuntos importantes, pero lo que también implicaba era que la gente estaba proyectando muchos sueños y esperanzas en mi candidatura», reflexiona el ex mandatario.

Obama cuenta que se tuvo que enfrentar a las prisas de un mundo que se mueve muy rápidamente y en el que la gente desea ver resultados rápidamente: «Lo bueno es que yo nunca me creí mi propia popularidad. Era consciente de mis limitaciones».

Un Estados Unidos sin Trump

Después de cuatro largos años con Donald Trump al frente de la mayor potencia del mundo en los que ha tratado de mover todos los resortes del Estado a su antojo y que culminaron poniendo al propio sistema en jaque durante el asalto al Capitolio, Estados Unidos abre un nuevo capítulo en su historia con Joe Biden al frente.

Y acá Obama avisa: «Una de las alegrías y también frustraciones de la democracia es que tienes que llegar a compromisos, y no puedes llegar nunca a lograr el 100% de lo que quieres. La buena noticia es que, gracias a la democracia, Donald Trump tampoco logró el 100% de lo que él quería».

La primera urgencia que debe abordar la nueva Administración es el control de la pandemia, que en Estados Unidos ha cobrado ya medio millón de víctimas. El presidente Trump llegó a insinuar durante una rueda de prensa que podría ser positivo beber lejía para combatir el virus y, aunque Obama reconoce que esta situación hubiera desbordado a cualquier presidente, también señala que «si el gobierno de EEUU hubiera sido más responsable y más eficaz, se habrían salvado vidas y la enfermedad no habría tenido un efecto tan devastador».

REVISA ENTREVISTA COMPLETA EN CADENA SER


Contenido patrocinado

Compartir