Según relató Marcia, la protagonista de la situación, a BioBioChile, todo partió cuando el can, asustado por los ruidos de pirotecnia de las celebraciones previas a Año Nuevo, llegó hasta su casa ubicada en el pasaje Bohle de la Población Cayenel.
El perro, de color amarillo y apariencia policial, embistió y tiró al suelo a la madre de Marcia y mordió a su hija. Su esposo llegó para socorrerlas y lo ahuyentó, pero el animal volvió a ingresar a la propiedad debido a que el portón es demasiado bajo.
El problema es que, al llamar a Carabineros para pedir ayuda, la delegaron a distintas instituciones sin dar solución al problema. “Carabineros dice que es responsabilidad de la Municipalidad. La Municipalidad me dice que llame a Carabineros. Estos me dijeron que llame a la PDI. En la PDI no me contestaban y cuando lo hicieron, me dijeron que están sobrepasados”, dijo a Radio Bio Bio. “El carabinero que me atendió, dijo que tenía que ir a Tribunal a denunciar al perro”.
Ante la desesperación, Marcia llamó a la organización animalista local “Albergando a un amigo”, quienes le sugirieron darle mucha comida para que el perro estuviera contento, sin embargo, eso solo causó que el perro se quedara de forma permanente.
“El perro está fuera de la cocina y no nos deja salir. Es muy agresivo y tiene un collar verde que dice ‘Police Dog’. Incluso tenemos otros dos perros chicos que están encerrados y no hemos podido llevarlos al veterinario”, explicó.
Según indicó Marcia, luego de su llamada a Radio Bio Bio el pasado viernes 1 de enero, Carabineros fue a su domicilio, pero también resultaron agredidos por el can, por lo que llamaron a una sociedad protectora de animales para gestionar su retiro.