El 14 de enero de 1966, antes de la gran fama del camaleón del rock, el cantante cambió su apellido por el de Bowie debido a que su nombre original, David Jones, podría confundirse con el de Davy Jones de The Monkees.
Un par de años antes, se cuenta que su mánager del momento le dijo que debía encontrar un buen nombre. “Nadie más que tú tiene que hacer dinero con lo que hagas”, fueron sus palabras. Se tenía que reconocer a él mismo como una marca: la primera idea fue la de apodarse “Dave Jay”, luego pensó en “Alexis Jay” y, finalmente, decantó en el nombre “Tom Jones”.
La idea no duró mucho. Justo en ese momento, el Tom Jones que todos conocemos se adelantó publicando ‘It’s not unusual’, single que rápidamente se hizo famoso, por lo que tuvieron que pensar en otro nombre.
Finalmente, el cantante volvió al nombre que ya había pensado tiempo atrás y le dijo a su mánager “llámenme Bowie”. Ya sea como homenaje al protagonista de la batalla de El Álamo o por el nombre del último cuchillo de fabricación americana de la época en honor al mismo.
Vimos mutar la identidad de Bowie, o David Jones, no sólo en sus comienzos, sino que a lo largo de toda su carrera. El camaleón del rock nos dejó ver en su gran obra a Ziggy Stardust, a Major Tom, al Duke Blanco y a Aladdin Sane, entre tantos más.