Hoy en Palabras Sacan Palabras conversamos con Emilio Santelices, exministro de Salud y doctor en Salud Pública sobre la contingencia sanitaria.
Prefiere no bautizar los momentos pandémicos: “Darle un nombre es algo que naturalmente nos surge pero, dado el dinamismo que tiene la pandemia -en el caso de Chile-, prefiero describir los hechos que ocurren semana a semana. Hablar de segunda ola o algo que está empezando es entrar en un terreno especulativo, y eso no ayuda”.
Consultado por las fiestas clandestinas, como la de Villa Alemana o las que se han conocido en Cachagua, entre otras, Santelices dice que la actitud de los asistentes “habla de la falta de conciencia social y responsabilidad con los otros. No olvidemos que quizá ellos se van a contagiar y podrían pasar por un resfrío fuerte entre comillas, pero se lo pueden pasar a sus padres o abuelos y ellos podrían fallecer. Si es que el gen de la solidaridad no lo tienen en su código, que al menos entiendan que el riesgo se lo están llevando a su familia y que pueden llevar a la muerte a una persona”.
La idea de que hagan trabajo comunitario voluntario como castigo “es muy benigna”, según el exministro de Salud. “Al menos hay que tenerlos 15 días encerrados, pero yo no soy el especialista en instrumentos jurídicos (…). Encerrados donde se pueda, privados de libertad por haber faltado a un principio rector que es cuidar al otro”, agrega.
Consultado por el objetivo de vacunar a 5 millones de personas para fines de marzo y 15 millones el primer semestre, admite que “es una meta muy desafiante, sin duda, pero hay dos elementos importantes: uno dice relación con la posibilidad de tener esas comunas disponibles (…), y la otra variable es la logística de distribución. Ahí tenemos un punto a favor porque tenemos un programa de vacunación que es muy robusto”.
“No hay que generarse esas expectativas (las metas autoimpuestas por el gobierno). Una cosa es que nos vacunemos y otra que generemos inmunidad, no son sinónimos. Sólo cuando tengamos claras pruebas de que hay inmunidad de rebaño, es decir, un 60 a 70% de la población inmune, estaremos en una posición favorable”, precisa Emilio Santelices.