Aunque la canción tenía notas muy altas, el cantante de Queen tomó un trago de vodka, y lo dio todo con su voz, a pesar de su enfermedad.
El último disco de Queen antes de la muerte de Freddie Mercury, Innuendo, fue lanzado un día como hoy, el 5 de febrero de 1991. El disco fue grabado cuando Freddie Mercury se encontraba con su salud en declive por el SIDA que le afectaba.
Bastante tiempo antes de que se lanzara incluso el disco anterior de Queen, The Miracle, en la prensa ya se rumoraba que el físico del cantante se notaba bien desmejorado a causa del VIH, que Freddie mantuvo en secreto hasta su lecho de muerte. De hecho las apariciones públicas de la banda evidenciaban su estado de salud.
Claramente Freddie tenía dificultades debido al SIDA, pero no quería que eso lo detuviera. Él dijo que «seguiría trabajando hasta que me cayera». Y eso lo expresó claramente en el último sencillo de Innuendo.
La canción que cierra el disco es «The Show Must Go On«, y trata precisamente de cómo frente a la adversidad, Freddie Mercury -quien escribió la letra junto a Brian May- se impone a pesar de todo sacando fuerzas de flaqueza.
Partes específicas de la letra hablan de eso. La pareja de Freddie Mercury, Jim Hutton confirmó eso en una entrevista hace algunos años. «Para mí, la línea más autobiográfica fue: ‘Mi maquillaje puede estar descascarado pero mi sonrisa aún permanece‘. Eso era cierto. No importa lo enfermo que se sintiera Freddie, nunca se quejaba con nadie ni buscaba simpatía de ningún tipo. Era su batalla, la de nadie más, y siempre lucía una cara valiente contra las probabilidades cada vez mayores en su contra». Como es sabido, en sus últimas apariciones públicas, Freddie usaba maquillaje para ocultar los efectos de su enfermedad.
Dificultades en la grabación
Un problema que se presentó durante la grabación fue las altas notas que hay en el coro y cerca del final del último verso, que en los demos de la canción, era cantada en falsete por Brian May.
Al momento de grabar, por la mencionada desmejorada salud de Mercury (ni siquiera podía caminar bien), el guitarrista dudó que lo pudiera cantar. «Le dije: ‘Fred, no sé si esto será posible de cantar‘», recuerda Brian May en Rolling Stone. «Y él dijo, ‘Joder, lo haré, cariño‘» acto seguido se toma un trago de vodka. «Y entró y la rompió, completamente lacerado esa voz» según Brian May.
Escucha la pista a capella de la voz, que muestra cómo a pesar de que su salud estuviera tan desmejorada, Freddie Mercury lo dio todo tras el micrófono hasta el final.