“Y si algo no les gusta: ‘voy a quemar esto, lo voy a destruir’. Una sociedad no puede funcionar así, tenemos reglas”, dice de la Fuente.
Hoy en Palabras Sacan Palabras conversamos con Cristián De La Fuente, actor que está apoyando voluntariamente la campaña “Seamos Socios” de la Corporación María Ayuda. Con ella, se busca juntar fondos para financiar la operación de las 16 residencias de María Ayuda a lo largo de Chile, porque con la subvención del Estado no alcanza, y ayudar así a niños y niñas en situación de infancia vulnerada.
Él está en Chile, cuenta que se vino con su familia “porque Laura (su hija) quería vivir los últimos años de su colegio en Chile. Llegamos en diciembre del 2019, y la idea era pasar el verano hasta marzo en Vichuquén, que es donde vivimos, y a principios de marzo buscar una casa cerca del colegio de Laura en Santiago”.
“Pero como las clases fueron frente a un computador en la pieza, nos quedamos en Vichuquén. Ahora nuevamente llega marzo y buscaremos un lugar para vivir en Santiago… espero que puedan volver a clases y que haya una especie de normalidad o algo”, continúa de la Fuente.
Su lectura sobre la contingencia
Consultado por cómo ha visto que evoluciona la pandemia en el país, el actor es cauto: “Cuando uno no es gobierno, seas del lado que seas, siempre es fácil criticarlos. Si yo hubiera sido gobierno hubiese hecho las cosas distintas, pero quizá me hubiera equivocado mucho más”.
Pero profundiza asumiendo ese último escenario hipotético que describe: “Creo que tener a la gente encerrada tanto tiempo es un efecto peor no sólo en la salud física si no que también mental de la gente (…). El toque de queda hasta las 10 de la noche lo encuentro ilógico porque ahora lo movieron a las 11, pero yo lo hubiera dejado a las 12. Hay un daño terrible a los restoranes, teatros, etc… se han cerrado demasiado cosas y no sé si ha tenido el efecto que se quería”.
Cristián de la Fuente cree que hoy “la violencia y la rabia están descontroladas”: “Este país tiene mucha rabia que viene hace muchos años, y es entendible. Hay razones para tener rabia, es obvio, la rabia se manifiesta y uno puede protestar por ello, pero de ahí a quemar cosas o la violencia creo que hay un límite. Está bien la rabia y la comprendo, pero eso no da derecho a la violencia y a decir que si no estoy de acuerdo con algo lo destruyo”.
“Hoy es mucho más fácil decirle a la gente lo que quiere escuchar, y eso es una suerte de populismo (…). El país no puede dar todo gratis, y hay cosas que se pueden y otras que no. La gente está acostumbrada a que le digan lo que quieren escuchar, y si algo no les gusta: ‘voy a quemar esto, lo voy a destruir’. Una sociedad no puede funcionar así, tenemos reglas”, agrega el actor.
Infancia vulnerada
Y respecto de la campaña “Seamos Socios”, de la que es vocero, Fuentes ve un panorama complicado con los niños, niñas y adolescentes de Chile: “Desde el 18 de octubre del 2019 hemos hablado de dignidad, derechos, una serie de cosas para todos. Es rico pedirlo para ti, pero creo que es más importante pedirlo para niños, niñas y adolescentes que han sido vulnerados en su dignidad y derechos. Por eso, creo que es muy importante que instituciones como María Ayuda puedan trabajar para mejorarles el presente y darles alguna suerte de futuro”.
“Yo no soy de las personas que se sienta a decir ‘esto está mal, esperemos que el Estado lo arregle’. Voy a trabajar hoy, y por mientras esperemos que el Estado lo arregle. Ahí uno tiene dos formas de enfrentar el problema: reclamar para que algo se haga o trabajar yo dentro de lo que se pueda para resolverlo (…). No me voy a quedar sentado en la casa reclamando hasta que el Estado lo haga”, concluye.