Foto: Mauricio Villarroel @mauriciovillarroel.ph
Con una configuración atípica dentro del circuito local, La Psychoband de a poco se ha hecho un nombre gracias a su actividad en vivo, su porfía y sus ganas de llevar por delante el blues rock crudo y orgánico por sobre cualquier otro paradigma. Lo de atípico es porque se dedican a la música instrumental, son liderados por una mujer guitarrista de más de 50 años y en su dinámica conviven diferentes generaciones. ¿El género, la edad, deberían ser tema? No, pero siguen siéndolo, como podrán leer a continuación contado por ella misma.
En sus 6 años de carrera ya han sacado tres trabajos de estudio, los largaduración “Personalidades múltiples” y “Urbano” y el EP “Reversiones” de 2020. Ahora viene uno nuevo, del que ya sacaron el primer adelanto, un cover de “Moby Dick” de Led Zeppelin.
Con todo esto en mente, hablamos unas palabras con Caro Lavanderos, la cabecilla del grupo, para que nos cuente más.
-Ya son más de 5 años de funcionamiento para La Psychoband, así que para ir situándonos en esta historia, ¿cómo ha sido este recorrido?
-De harto vértigo. Yo llevo muchos años tocando en distintas bandas y este ha sido mi proyecto más querido. Empezamos tocando en un garage, se nos ocurrió hacer un demo para unos amigos y después salió la idea de profesionalizarnos. En ese entonces la formación era distinta, el bajista y baterista no continuaron porque para profesionalizar una banda necesitas mucho tiempo, ganas y tolerancia a la frustración. No es fácil y no todos están dispuestos. Pero yo sí. Estaba y estoy enamorada todavía de la posibilidad de transmitir cosas a través de la música. No somos una banda neutra, las cosas no nos dan lo mismo y tomamos partido por las cosas en que creemos y las tratamos de expresar en la música instrumental, que es todo un desafío. Hicimos “Personalidades múltiples”, de la mano de Mauricio Nader, productor de los dos primeros discos, y después llegamos al sello Caída Libre, que ha sido una casa maravillosa, donde todas las ideas tienen cabida. Así surgió “Reversiones” y ahora lanzamos “Moby Dick”, primer tema del nuevo disco que saldrá a fin de año y que iremos grabando y produciendo durante los próximos meses. Quisimos partir con eso como un tributo a los maestros, al lugar de donde venimos, que nunca hay que olvidarlo. Entonces ha sido un viaje muy entretenido en que las experiencias se han ido sumando. La Psychoband se fogueó tocando en bares y en la calle, eso nos dio un kilometraje para este camino.
-Se dedican a la música instrumental. Si ya es difícil mantener una banda de rock, hacer una que no tenga voz es aún más arriesgado, siempre quedan en una segunda línea respecto de los grupos con música “cantada”. ¿Cómo se da esta decisión?
-No sé si fue una decisión o la música decidió por nosotros. Originalmente a veces cantábamos, pero a mí, como guitarrista, me pareció súper interesante que la guitarra fuera la voz. Y me pareció muy desafiante generar algo afectivo en el otro y hacerlo solamente a través de los instrumentos. Ha sido algo en constante discusión, siempre hemos ido y vuelto. Pero además nos permite saltarnos las barreras del idioma. Los costos, como dices, es estar siempre en una segunda línea, a veces uno postula a festivales y no hay espacios para la música instrumental. También está el tema de mantener a una audiencia cautiva cuando estás tocando. Eso me parece desafiante y es lo que nos mantiene andando.
-A propósito de desafíos, tu rol es importante. Aunque han cambiado un poco las cosas, todavía el rock es terreno duro para las mujeres, ¿cómo ha sido tu experiencia en ese sentido?
-Ha sido súper duro. Difícil, discriminador, devaluador, me he tenido que comer muchas cosas, muchos “ya, te llamamos”. Hay anécdotas bien impresionantes, una vez me presenté a una audición y el que era guitarrista de esa banda me miró y me dijo “pero tú eres mujer”. Así como diciendo “ah, no, entonces no”. Y después lo completó diciendo “ya, pero tendrías que ser segunda guitarra”. Sin haber tocado yo ni siquiera media nota. Esas cosas pasan menos ahora, pero pasan. Es que me ha tocado romper varios prejuicios. Primero, soy mujer. Segundo, tengo 56 años. Y bien vividos. Y pienso tocar 50 años más, de todas maneras. Ese ese otro gran prejuicio, muchas veces llego a un bar y lo primero que me dicen “ah, viene a ver tocar a su hijo”. Y cuando les digo que la que voy a tocar soy yo, se quedan mudos (risas). Todos esos prejuicios. Y además soy rockera. Bueno, el alma rockera tiene que ver con esto de romper esquemas.
-Ahora puedes contar esas cosas como anécdotas, pero en el momento, ¿qué te pasa por la cabeza?
-Cansa, es desgastante, lo conversábamos la otra vez con la Cler Canifrú, a una le piden el doble. Eso es cierto. Pero como soy porfiada, hincho harto hasta conseguir algo. Si uno no lo hace así, es difícil. Peleamos cada día con muchas mujeres para que se nos abran espacios. Al menos en igualdad de condiciones, si no pedimos nada más. Ahora veo más mujeres bajistas, bateristas y guitarristas, y muy buenas. Hay espacios que ganar y eso es parte del desafío de La Psychoband. Que es dirigida por una mujer, que no es una lola, que tiene hartas experiencias y no me voy a sentar a hacer queques ni cuidar nietos, tengo una propuesta distinta y toco con dos cabros que podrían ser mis hijos. Eso demuestra que el cielo es el límite cuando le pones ganas y trabajo.
-El hecho de juntar distintos géneros y generaciones dentro de la banda, ¿se refleja en la música, en las actuaciones, en el público que pueda recibir lo que hacen?
-Yo te diría que sí, creo que aporta enormemente. Los dos hombres que tocan en el grupo (Antonio Fortino en bajo y Benjamín Plaza en batería), que son tremendos músicos, vienen con influencias distintas y al final lo que gana es la música. Y el productor está justo entre nosotros dos, tiene 40 (risas). Tenemos tres generaciones, diferentes influencias y nos paramos desde lugar distintos. Ahora, en el escenario, creo que lo que más llama la atención, aparte de ser mujer, es mi edad. Yo no me tiño el pelo, lo tengo casi blanco a estas alturas, y soy una defensora de que todos tengamos un espacio y evitar los prejuicios y discriminación. Eso llama la atención. Pero también me ha tocado que se me acercan lolas y me dicen “se puede”. Si tú estás ahí, y podrías ser mi mamá, esto se puede. Eso me ha impactado y es muy enriquecedor. Así que sí, la gente se acerca al principio por curiosidad, pero después la música manda y trabajamos duro por sonar bien. Eso es lo primero. Ponemos el alma en lo que hacemos y eso es La Psychoband.
-Decías al principio que no son una banda neutra, que toman partido por algunas cosas. ¿Cuáles son esas cosas? Ya me has hablado de algunas, como la no discriminación. ¿Va por ahí o hay algo más?
-Va por ahí. Yo soy abierta y profundamente feminista, pero además creemos en la comunidad. Cooperación en vez de competencia. No todo puede ser negocio. Tenemos que jugarnos porque cada persona tenga derecho a ser persona y escoger su camino. Que no puedes convertir en negocio la educación y la salud. Ni las relaciones interpersonales. Que las cosas no valen por lo que cuestan en dinero, sino sólo por el hecho de ser. Estamos en contra de esta manera de vivir, de este modelo en que estamos sumergidos. Estamos convencidos de que la cultura es un bien de primera necesidad, que está absolutamente abandonado, que si no produces plata no vales. Eso nos violenta. El abuso, los malos tratos, la poca dignidad con que se nos trata a todos como personas. Son cosas que nos importan, por eso decimos que no somos una banda neutra. Eso es bien transgeneracional y es bien del sello, también, que se dedica a bandas emergentes y vive la comunidad de una manera rica y enriquecedora.
-Hablando de próximos planes concretos, ¿qué viene para La Psychoband, con miras al próximo EP?
-En marzo sale el segundo tema, “Tormenta oceánica”, después otro que sale en junio, otro en septiembre y el disco ojalá a fines de noviembre y diciembre, por ahí por Navidad. A lo mejor es un poco más que un EP, no lo sabemos, pero sí, vienen hartas sorpresas y muchas ganas. “Moby Dick” es el aperitivo, el homenaje a los maestros, pero se viene harto material.
Mientras llegan esos próximos lanzamientos, acá está lo que ha dado que hablar para La Psychoband en estas semanas, su versión de Moby Dick: