Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con Carlos Melo, exsubsecretario de Transporte y director del Centro de Ingeniería y Políticas Públicas de la Univesidad San Sebastián, sobre las medidas que el Gobierno implementará con el regreso de los escolares a clases y un nuevo año laboral en medio de pandemia.
Respecto al regreso a clases y la problemática que añade a las políticas de transporte público y los protocolos sanitarios, Melo dice: «Desde la perspectiva del transporte, efectivamente el retorno a clases impone ciertas dificultades, ciertas complejidades que hasta ahora que no habíamos enfrentado. Los estudiantes representan el 30% de los viajes que se hacen en hora punta, horario donde el transporte público está sometido a mayor presión. Efectivamente un retorno de los escolares va a ejercer una mayor presión en el transporte público y por lo tanto eso exige reforzar al máximo todos los protocolos y medidas para evitar contagio por esa causa. Es cierto, y la ministra lo ha señalado así, que en el transporte, por lo menos lo que la evidencia internacional dice hasta ahora, es que con un uso adecuado de las mascarillas y con ciertas medidas adicionales de ventilación, los contagios no se producen de forma masiva, ya la evidencia demuestra que el transporte público hasta ahora no ha sido una gran fuente de contagios como se esperaba, pero también obviamente todavía no hemos enfrentado escenarios de grandes congestiones con los estudiantes además arriba del sistema».
¿El transporte público incide en contagios de forma masiva?
Carlos Melo considera que el transporte público no es un factor crucial que incida en los contagios a nivel masivo y así lo explica: «Cuando uno empieza a recopilar los estudios que han ido apareciendo, estos determinan que los tiempos de exposición en el transporte público son un factor que influiría en que no se producen contagios de forma masiva, y las condiciones de ventilación. Cuando el presidente del Metro dio esa cuña quizás ahí se malinterpretó un poco el sentido. No es que se diga que no se pueden producir contagios en el transporte público, sino que si tú mantienes medidas adecuadas de ventilación, que si los tiempos de exposición se mantienen relativamente acotados, me refiero a tiempos de exposición de 40 minutos a una hora como máximo, no se han reportado casos en los cuales se produzcan contagios masivos como se pensaba al inicio de la pandemia.
Melo añade: «Recordemos por ejemplo que cuando la pandemia se inició, una de las grandes hipótesis que había es que los grandes contagios masivos por ejemplo en otras ciudades del mundo se habían producido precisamente en el transporte público. Se habló por ejemplo en un momento de que el Metro había sido la causa de la explosión de contagios en la ciudad de Nueva York por ejemplo y la verdad es que después que con la trazabilidad de los casos se ha reportado que eso no es así, que en los casos donde el transporte público se han producido focos de contagio importantes son aquellos casos sobre todo asociados a condiciones de larga exposición, de viajes de más de una hora o 2 horas, donde además la ventilación es inadecuada, y ese creo yo es el punto crucial y creo que es donde debiesen reforzarse las medidas asociadas al transporte público. La ventilación es el factor clave respecto al posible contagio o no en el transporte público. Por lo tanto las instrucciones que vayan asociadas a viajes con ventanas abiertas y a viajes ojalá lo más cortos posibles».
«Sabemos que hay ciertas personas en Santiago que están expuestas a viajes de más de una hora a veces en el transporte público, sin embargo se van cambiando entre diferentes modos y por lo tanto cambian la exposición a la que están porque van cambiando las personas con las que van, pero la ventilación pasa a ser el factor clave, y creo yo que hay es donde hay que poner el énfasis y que es quizás una crítica que se puede hacer hoy, el tratar que la autoridad refuerce la necesidad de mantener los interiores ventilados sobre todo por ejemplo en el transporte escolar como se hablaba ayer a partir del protocolo que el ministerio presentó», asegura Melo.
Sobre las medidas implementaddas en el transporte público, Melo apunta: «Tienes que considerar que en el transporte público las medidas que las personas toman respecto al uso de la mascarilla, al no tocarse con las otras personas, son mucho mayores que en cualquier otra situación. No es que se diga no te puedes contagiar en el transporte público, sino que hasta ahora a la fecha, los grandes casos de contagios, cuando se hace trazabilidad de los casos, no se reportan contagios en el transporte público de forma masiva. No es que la mayoría de los contagiados estén asociados al uso del transporte público. Y eso hace creer que el transporte público con las medidas adecuadas, como hasta ahora ha sido, porque en Chile recordemos que el uso de la mascarilla en el transporte público fue el primer lugar donde se hizo inmediata la exigencia, no es un lugar donde se produzcan contagios de forma masiva si es que los usuarios llevan a cabo esta medida y si los operadores también implementan las medias adecuadas de desinfección y ventilación. Esa es la condición. Obviamente hay que tomar las medidas adecuadas, y si las medidas adecuadas se toman la verdad es que el transporte público no se ha transformado en ningún lugar del mundo, ni siquiera en Chile, según se reporta en la evidencia internacional, es que no se ha transformado en un punto de alta capacidad de contagios».
Los niños y el transporte escolar
Esta semana el Gobierno anunció el protocolo para el transporte escolar, el cual incluirá uso correcto de mascarilla, alcohol gel y toma de temperatura, además de sugrencias respecto a si pueden o no hablar los escolares en su transporte.
Respecto a esto, Carlos Melo opina: «Hay ciertas medidas que efectivamente si uno ve la evidencia son recomendables pero que son difíciles de aplicar en la práctica. Es difícil pedirle a un niño que vaya una hora arriba del furgón escolar sin hablar con sus amigos que tiene sentados al lado. Es difícil pensar que un niño que viene saliendo del colegio a la una y que no ha almorzado no se quiera comer algo en el transporte escolar. Y es difícil pensar que la persona que va a cargo del transporte va a poder controlar a esos 8 o 10 niños sentados atrás. Hay un riesgo asociado a lo difícil que es hacer que los niños cumplan medidas que se han recomendado. Esto de no hablar, que a veces es un poco ridiculizado por algunos, efectivamente es así, se ha comprobado que la transmisión del coronavirus está muy asociado a las micropartículas, a estos famosos aerosoles que son efectivamente más liberados cuando hablamos y aún más cuando gritamos. Efectivamente el no hablar es una recomendación que se hace. En muchos sistemas de transporte público se les pide a las personas que no hablen mientras van arriba del bus o del metro. Eso es difícil hacerlo con niños. Entonces yo creo que la mayor dificulta de este protocolo es varias medias que proponen son difíciles de hacer que los niños cumplan En ese escenario, creo que hubiese convenido evaluar con más rigurosidad y rigidez el si era necesario que el transporte público funcionara o si este retorno gradual podía prescindirse de él o no o limitar los aforos, que es una medida que podría haberse implementado. Recordemos que los aforos en el transporte escolar no se limitaron y pueden transportar los mismos pasajeros que siempre ha llevado cualquier furgón escolar».
«Estas son decisiones que la autoridad tiene que analizar, que tienen múltiples aristas. En la arista de transporte efectivamente lo ideal respecto a la capacidad e contagio habría sido restringir. Esto tiene que ser analizado con la necesidad de la educación presencial, con que los niños se supone que de contraer la enfermedad la contraen en una gravedad que es menor a los mayores. Creo que el protocolo se ha pensado más en pasajeros adultos que en pasajeros niños. Esa es la dificultad en particular. Es difícil pensar que un niño cumpla las medidas en un viaje de 45 minutos a una hora, que pueden pasar los niños en un transporte escolar», agrega.
Melo inisiste: «Se ha hablado que las nuevas cepas generarían efectos más graves en los niños. Este es un proceso gradual en que vamos aprendiendo y que finalmente la variable económcia es importante. Las personas que se dedican al transporte escolar llevan un año sin ejercer su actividad económica. Entiendo que sea una variable que el Gobierno ponga sobre la mesa a la hora de tomar decisiones, porque finalmente el Gobierno tiene que conjugar todos estos aspectos para ver cuál es la política que implementa respecto a ese retorno a clases y retorno a las actividades en general».
¿Horarios diferidos como solución?
«Efectivamente en un escenario ideal lo mejor sería coordinar de alguna forma los ingresos a las diferentes actividades para bajar la carga de público en horas punta, esto es un esfuerzo que incluso en el pasado se ha intentado hacer para disminuir la congestión. En nuestras ciudades tenemos una concentración de inicio de actividades muy marcadas entre las 7 y media y 8 y media o 9 de la mañana, y si esa concentración se dispersara, todos iríamos más holgados en el transporte público, habría menos congestión y habría menos riesgo de contagio. Pero la autoridad de transporte no tiene ninguna atribución para obligar a que las empresas por ejemplo organicen sus horarios o entren a unas horas y otras no Todo queda en la voluntad de los empleadores, no existe ningún mecanismo que obligue a que una oficina abra a una hora y a otra hora no pueda abrir o que tenga que abrir de cierto horario en adelante. Veo yo que resulta difícil pensar en coordinar a la gran masa de empleadores que hay en una ciudad como Santiago. Cuando uno piensa en el diseño ideal es el desplazar los horarios y coordinarlos de alguna forma, pero a autoridad no tiene una atribución clara para hacerlo, no puede hacerlo por obligación, y es un problema súper complejo porque coordinar los horarios de ingreso de una ciudad no es un problema vial, lo haces por zonas geográficas, actividad económica. No es tan fácil tampoco», argumenta Carlos Melo.