Es una tendencia global la de permanecer frente al celular revisando noticias y redes sociales, el problema está cuando vemos contenido que nos hace sentir mal y no dejamos de hacerlo. A esta práctica se le llama doomscrolling.
Pegados al celular
Es muy común que nos quedemos pegados al celular sin darnos cuenta de todo el tiempo que perdemos viendo noticias y redes sociales. El problema es que no vemos necesariamente cosas que nos hagan sentir bien o feliz, sino por el contrario.
El 2020 estuvo marcado por las malas noticias producto de la pandemia y aquí en Chile veíamos nuestras redes sociales con este tipo de contenido desagradable, o entristecedor desde un poco antes con la ola de malas noticias durante y después del estallido social.
Pero, ¿Por qué seguimos viendo esa información que nos hace sentir mal?
El doomscrolling
A este hábito de ver malas noticias, seguir viéndolas, sin parar y sin darnos cuenta se llama doomscrolling.
Según informaron en Maldita, el término viene de la suma de Doom, que significa fatalidad, y scrolling, que es el desplazamiento que hacemos hacia abajo con la pantalla del celular o el ordenador. Al realizar esta actividad da lo mismo que sea en páginas de medios, redes sociales o información oficial, lo más importante es lo que provoca.
Según explican los expertos, esta conducta tiene mucho que ver con el morbo, lo que es muy propio del ser humano y no es nada nuevo ni antinatural tampoco.
Las consecuencias
Pero, ¿qué efectos tiene esto?
Nina Vasan, una psiquiatra estadounidense que ha estudiado el tema y tiene una plataforma de terapia digital, explicó en una entrevista para shape.com, que este tipo de conductas pone la mente de las personas en un espiral descendente de ansiedad y negatividad. Esto se convierte en un ciclo difícil de romper.
También explica que, por el confinamiento, hemos perdido esas instancias que nos alejan del celular y el computador y, además, hemos perdido cierto apoyo social.
Esto también se explica por la necesidad que hemos adoptado últimamente de mantenernos informados de la pandemia buscando control y certezas en tiempo donde lo que más hay es incertidumbre. Pero, lo que finalmente obtenemos es una ola de malas noticias que no dejamos de ver.
El psicólogo Fernando Duarte, explicó a La Tercera que esto también tiene consecuencias anímicas. “Recibir muchas noticias malas, especialmente al partir el día, puede predisponernos a estar enojados e improductivos el resto del día. Si constantemente hacemos scrolling con el objetivo de ver algo lindo, pero en cambio nos encontramos con más y más noticias negativas, es frustrante y eso repercute en nuestro ánimo”, afirmó.
También agregó que, muchas veces, aunque intentemos buscar buenas noticias, nos encontramos constantemente con estas malas noticias y terminan causándonos frustración, algo que es mucho más complejo en personas con depresión o ansiedad.
Cómo detener esta tendencia
Esta práctica poco sana ha aumentado el estrés colectivo, lo que no es nada bueno en estos tiempos. Por esto, existen algunos mecanismos para evitarlo.
- Disminuir el tiempo en pantalla: actualmente existen temporizadores y aplicaciones que pueden medir el tiempo que pasamos frente a la pantalla de nuestro smartphone. Esta es una buena manera de reducir la exposición a malas noticias.
- Frecuentar sitios positivos: es fundamental estar atentos a lo que leemos. Si notamos que luego de entrar a un sitio terminamos con una sensación negativa, una buena opción es bloquear ese sitio, dejar de seguir esa página y no frecuentarla más.
- Hacer otras actividades: el doomscrolling se apodera de las conductas en tiempos de ocio. Una buena forma de evitarlo es reemplazarlo por otras actividades que, al contrario de esta tendencia poco sana, nos genere bienestar. Hacer deporte u otras actividades recreativas pueden contribuir al éxito en esta tarea de dejar de ver malas noticias.