Hoy en Palabras Pasan Palabras, Andrea Moletto y Álvaro Paci estuvieron conversando con la científica chilena, Isabel Behncke. La primatóloga se refirió a la importancia del aprendizaje durante esta pandemia, además de la preocupación que queda por sus consecuencias en generaciones completas.
Chilena Creando Futuro
La Fundación Imagen de Chile lanzó la serie de micro documentales “Chilenas Creando Futuro” en conmemoración del mes de la mujer. En estos documentales, tres directoras audiovisuales chilenas retratan cómo nueve mujeres chilenas, destacadas en distintas áreas, están creando futuro.
En el primero, la cineasta Tana Gilbert retrata en dos minutos, la manera de crear futuro de tres destacadas mujeres chilenas: la pintora y escultora Voluspa Jarpa, la primatóloga Isabel Behncke y la fundadora de Tremendas, Julieta Martínez.
Los otros dos documentales retratan a chilenas de renombre como Fernanda Vicente —co-fundadora de Mujeres del Pacífico—, la empresaria Carolina Echenique, la chef Carolina Bazán y la astrónoma Paula Jofré, entre otras.
Con este trabajo se busca visibilizar el talento y el trabajo de miles de mujeres chilenas que desde los más diversos campos de acción están aportando a un futuro mejor.
El aprendizaje del Covid-19
«Me gustaría que la experiencia de la pandemia nos sirviera como una pequeña lección de humildad y lección de biología de, ahora, todos entender un poco mejor lo que es un virus, entender que los sistemas inmunológicos importan, que los ecosistemas importan, que cada vez que seguimos rompiendo ecosistemas, aumentamos la interfase y nuevos virus pueden pasar de animales a humanos. Eso es lo que se llama la zoonosis», dijo la primatóloga.
Conversando sobre la importancia de la relación entre los humanos y la naturaleza, Behncke se detuvo en esta, afirmando que el virus también se ve reflejado en escenarios como la deforestación, por ejemplo. «Mientras más degradamos a la naturaleza, más le damos oportunidades a estos virus, que están siempre cambiando. Ese es un ejemplo», agregó.
«De animales a dioses»
También se refirió a lo expuesto por el profesor de Historia de la Universidad Hebrea de Jerusalén Yuval Noah Harari en «De animales a dioses. Una breve historia de la humanidad».
«No es que no seamos dioses. Harari tiene razón en eso, pero ocupaba la palabra de ‘semidioses’. Porque, si bien, claro, estábamos todavía yendo a Marte durante la pandemia, lo que me parecía maravilloso, igual nos puso de rodillas una hebra de ADN», dijo la científica chilena. «Las dos cosas coexisten. Ni lo uno ni lo otro, son ambas».
En comunidad
«Yo creo que toma mucho tiempo y recursos de todo tipo ser realmente integrado. Trato de ser realista… y es que para eso estamos las distintas personas que tenemos distintas habilidades. Si tú, por ejemplo, puedes tener una mesa multidisciplinaria donde hay economistas, hay sociólogos, artistas y arquitectos; y la llevas de una determinada manera, puedes plantearle temas multidisciplinarios, o le puedes pedir a una sola persona que haga todo eso», le dijo la primatóloga a los conductores. «Es mucho más difícil pedirle a una sola persona que sea todo eso», agregó, haciendo énfasis en la importancia del humano en comunidad.
Evolución cultural
Ante la pregunta de si evolucionará con la experiencia de este confinamiento. Behncke aclaró la diferencia entre la evolución biológica y cultural, siendo esta última la que debería modificarse y avanzar con lo ocurrido durante la pandemia. «Vamos a ver lo que va a quedar. De todas maneras, las nuevas tecnologías van a quedar instauradas».
«Los costos reales de la pandemia se van a seguir viendo por mucho tiempo, porque ojalá pudiéramos ver que las dicotomías con falsas. Economía v/s salud, por ejemplo», dijo la científica. «Porque lo que tú estás haciendo es para un ecosistema entero de flujo como trófico, si tuvieras un sistema. Esos costos, creo que los vamos a seguir viendo por mucho tiempo».
Hijos de la pandemia
La primatóloga también se detuvo a analizar qué va a pasar con los más jóvenes que han vivido la pandemia, como aquellos niños y adolescentes que se saltaron un año producto de la crisis sanitaria.
«La interacción social, y para nosotros que somos animales sociales y es muy importante, si tú eres un niño y has estado aislado de la interacción con pares, ese tipo de cosas, por ejemplo, me preocupa», dijo. «Vamos a ver cuáles son las consecuencias. Los humanos somos muy resilientes».
Hostilidad en pandemia
Hay un comportamiento particular que se acentuó con la pandemia. Y ese es la hostilidad verbal que ha caracterizado los mensajes a través de redes sociales y distintos medios. «Tenemos que reconocer que nuestra psicología profunda opera bajo esa psicología de coaliciones. Entonces, estás constantemente evaluando: quién está conmigo, quién no está conmigo… Y en épocas de estrés, eso se dispara», aclaró Behncke. «Al tiro (con la pandemia), comenzaste a ver que los lenguajes de descalificación moral aumentaron. Porque, en el fondo, son épocas de miedo. Y las épocas de miedo, te hacen como recluirte más hacia tu tribu».