Álvaro Peralta o «Don Tinto» conversó con La Radio del Rock sobre las consecuencias de los centros gastronómicos en pandemia.
Álvaro Peralta o mejor conocido como «Don Tinto», fue entrevistado en Palabras Sacan Palabras por Andrea Moletto y Álvaro Paci donde se refirió a las consecuencias económicas de la gastronomía y su mercado en nuestro país debido a la pandemia.
Palabras de «Don Tinto»
Sobre lo que le provoca el problema de los restaurantes: «Me duele, uno escucha lo que está pasando Uno va viendo cómo se van apagando algunos. El 2020 con el Covid fue como un acelerante de un monton de lugares que estaban un poco a medio «morir saltando».
«Don Tinto» se refiere al problema en Valparaíso: «Yo creo que Valparaíso viene siendo un problema desde antes. Si no me equivoco, a fines de 2018 hubo un par de portuario y hubo un montón de cruceros que se fueron para san Antonio(…) Habría que cambiar el tiempo gramatical, debieran tener otro trato. En este momento no hay gente, no hay gente para que estos bares funcionen. Valparaíso viene muy golpeado.».
¿Alguna mejora que se pueda realizar para los restaurantes?
«Es súper complicado porque no hay mucho más que hacer. Están cerrando y es bien complicado. En general lo que necesitan es una inyección de dinero desde el BancoEstado, esto viene para largo… Con las condiciones que tenemos ahora es súper complicado. señaló Peralta.
«Don Tito» opinó sobre el Plan Paso a Paso: «El plan está bien muerto, por un montón de razones. Arriba están medios cerrados y tratando de funcionar dependiendo de la fase en que estamos. Pero es bien complicado, en general, en Valparaíso, viven mucho de eso (crédito) y eso no ha existido en casi 14 meses. Lo que hace falta es que haya una ayuda a nivel gubernamental. Tú puedes salir y ver las terrazas nuevas, pero es un pedacito».
FOGAPE
Álvaro Peralta no está esperanzado con la situación: «Hay gente que va a aguantar. Hay gente que va a aguantar y se va a ir a otra cosa. La gente que se quede sin nada, va a quebrar entre medio.»
¿Algún porcentaje?
«Yo creo que hay mucha gente que ya quebró, que es súper anónima, la gente que hace el almuerzo para la oficina. Esa gente murió, pero como es bien anónima, no se sabe de eso. Un restaurante puede durar mucho tiempo antes de morir. La agonía puede ser muy grande. Es una muerte lenta. Hay gente que, lo más probable, ha hecho el aguante todo este tiempo y en 3 meses más no va a poder más…» cerró.