Según un estudio realizado en varias universidades en Lancashire, Gävle y Lancaster, psicólogos descubrieron que la música de fondo para realizar labores no ayuda a ser más productivos.
El estímulo creativo
Es muy frecuente que haya personas que crean, o estén seguras, de que la música los ayuda a concentrarse o a ser más creativos. Basta con buscar listas de reproducción en YouTube o Spotify, para encontrar cientos de recopilados con el nombre de «Música para trabajar», «11 horas de música para estudiar», y así, un amplio catálogo de listas.
Lamentablemente, a pesar de que creamos que la música nos puede ayudar a concentrarnos, la ciencia dice lo contrario. Escuchar música de fondo reduce nuestras capacidades, según varios estudios científicos.
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El estudio de música
En un estudio, psicólogos de universidades de Lancashire, Gävle y Lancaster publicaron la investigación «Background music stints creativity: Evidence from compound remote associate tasks». En ella investigaron el impacto de la música de fondo en la interpretación y concentración.
El estudio utilizó de muestra a varias personas con problemas de percepción verbal que requieren de creatividad para trabajar. A los participantes se les mostraron tres palabras simples, por ejemplo, flor, reloj y short, y se les pidió que dijeran una palabra asociada, por ejemplo, sol. Entonces, con esta palabra deberían poder elaborar combinaciones como «short soleado», «reloj de sol» y «girasol». Todo esto mientras escuchaban música con letras extranjeras y desconocidas para ellos, música sin voz, instrumental y, además, canciones con letras conocidas o familiares.
Finalmente, descubrieron que las personas expuestas al estímulo musical se desempeñaban peor que las personas en silencio. Por esto, los investigadores sugieren que la música de fondo «perjudicaba significativamente» la capacidad de las personas para completar esas tareas, pero no había ningún efecto para el ruido de fondo constante de, por ejemplo, una biblioteca
¿Por qué?
Los psicólogos que participaron en el estudio creen que esto se debe a que el ruido interfiere en la memoria de trabajo verbal. En cambio, en lugares con sonidos de fondo como sonidos ambientes, el contexto es distinto, ya que proviene de un «estado estable», por lo que no es tan perturbador.
Por ejemplo, las secuencias auditivas en las que la serie es de elementos diferentes entre sí, como tonos, sílabas y palabras; son más disruptivas. Esto explica por qué, si trabajamos en un parque con el sonido de los pájaros no sufrimos de una constante pérdida de concentración. Pero sí lo haríamos si unos niños se ponen a gritar y pelear al lado.
Cómo funciona nuestro cerebro
Cuando trabajamos o tenemos que resolver algún problema o tarea, existen dos etapas cognitivas. La primera estudia el problema, evalúa las soluciones obviar y se da cuenta de que ninguna funciona. Justo ahí, se debe desviar la atención de las ideas principales. Es como cuando miramos una estrella fijamente y desaparece, hay que dejar de mirarla para volver a verla.
Y la segunda, es la «incubación». En esta etapa cognitiva, hay un proceso continuo de la mente en el que aún estás reflexionando sobre el problema a un nivel inconsciente. Es en este proceso en el que, por lo general, se resuelve el problema: es como cuando logras recordar una palabra porque se te viene a la cabeza de repente. Es aquí donde la música interviene.