Hoy dedicamos Palabras Sacan palabras a la memoria de Cristían Cuturrufo, el brillante trompetista dle jazz chileo que falleció a los 48 años por complicaciones del Covid-19.
Para recordar a Cuturrufo, conversamos con Roberto Barahona, jazzista y conductor de radio.
«Sólo supe que Cute estaba enfermo esta mañana cuando leí El Mercurio. Y hoy en la tarde me enteré de su muerte. Lamentable noticia, era un amigo de más de 25 años y lo siento personalmente. Fue muy buena persona conmigo y su señora también. Su partida nos afecta a todos», partió revelando Barahona.
Cuturrufo, un talento innato
El jazzista recuerda a su fallecido colega: «Cuturrufo es un personaje especial como músico. Con un talento innato con un conocimiento y lenguaje del jazz impresionante. Un personaje a otro nivel. Se dedicó a promover al jazz, produciendo festivales en Coquimbo. Y en verano hacía festivales en todo chile. Abrió su club en barrio Italia y siempre ayudó a otros músicos. Un lugar muy popular que estaba lleno todo el tiempo».
Barahona también repasa su vida cerca de Cuturrufo: «Mi experiencia con Cutu se inicia cuando era un niño. Lo vi por primera vez en un festival de jazz organizado por radio Clássica. Debe haber tenido 13 o 14 años y aparece con gigantes del jazz. Todos quedamos impresionados al ver a un chico tan joven con tanto talento, con tanta técnica, con prestancia y autoridad. Un gran virtuosismo. Creo que el legado de Cuturrufo es decir a los jóvenes que nunca dejen de crecer».
«Lo escuché en diferentes situaciones y siempre me impresionó como se movía en los diferentes géneros», señala.
«Él tuvo que abrirse camino sólo… hizo su propio camino. No le fue fácil abrirse espacio. A veces es difícil para una persona joven ser tomado en serio. Él se demoró, pero lo logró de todas maneras», complementa Barahona.
«Él partió absolutamente precoz. Un músico de jazz no se establece hasta los 20 o 25 años. Él siendo un adolescente cautivó a todos, pese a no tener la personalidad de un músico establecido.