El Paris Saint-Germain tomó ventaja en los cuartos de final de la Champions League, tras derrotar al Bayern Múnich (2-3) en un partido memorable
El Paris Saint-Germain tomó ventaja en los cuartos de final de la Champions League, tras derrotar al Bayern Múnich (2-3) en un partido memorable, con un gran protagonismo de Kylian Mbappé, autor de un doblete, que supuso el fin a la increíble racha de los alemanes, que no perdían desde los octavos de la temporada 2018/19 ante el Liverpool.
Mbappé volvió a reclamar todos los focos y fue capaz de poner la pica en lo más alto de la cima con la normalidad que desprenden los grandes jugadores. El Bayern fue mejor, no mereció perder, pero el talento del astro francés frenó la reacción de los locales, que echaron mucho de menos a su máximo goleador: Robert Lewandowski.
El choque comenzó cargado de electricidad, una intensidad terrible y mucha calidad en las dos trincheras. Apenas hubo que esperar tres minutos para ver el primer gol de la eliminatoria. Llegó tras una contra de Neymar que rubricó Mbappé con un disparo potente pero muy centrado. Neuer falló con estrépito y permitió el 0-1 de los franceses bajo la intensa nieve.
La ventaja del PSG en la Champions
Múnich no perdona aunque sean días de primavera y el PSG, tampoco, consciente de la oportunidad brindada tras dicho comienzo. Un escenario inmejorable para los de Mauricio Pochettino, que dominaron con naturalidad el primer cuarto de hora. Muller replicó en el área contraria pero fue Marquinhos quien volvió a marcar para los parisinos a la media hora de partido.
Antes, Goreztka se topó con Keylor y Mbappé vio cómo le anulaban un gol por un exiguo fuera de juego. La foto enseñó que sólo la punta de la bota del jugador galo estaba adelantada. El despliegue del PSG fue increíble y su derroche en la presión, también. El Bayern, todavía noqueado, recibió el segundo tras una maniobra magnífica de Neymar.
El brasileño, que fue el arquitecto del 0-1, también lo fue del 0-2 en botas de Marquinhos. La definición de su compatriota estuvo a la altura del mejor delantero y los locales -sin desesperarse- recurrieron al librillo que tantos éxitos recientes les ha permitido conquistar. Los de Hansi Flick se levantaron la lona antes del descanso, lo que fue un alivio para sus intereses.
Alaba arrancó el segundo acto avisando a Keylor Navas, uno de los mejores en el PSG, y Pavard también vio cómo el costarricense le negaba el gol en un doble lanzamiento. Sin embargo, el ex del Real Madrid no pudo hacer nada en una falta botada por Kimmich y cabeceada por Muller con mucha autoridad. El 2-2 devolvía el equilibrio en lo que acabó siendo un bonito intercambio de golpes para el aficionado neutral.
Mbappé, la pieza clave
El Bayern estaba siendo mejor, había dominado más el balón y -con justicia- había convertido en cenizas el arranque eléctrico de los franceses. El vigente campeón de Europa no se apuró y siguió buscando su premio con tesón y paciencia. Con lo que no contaba el Bayern fue con la aparición estelar del llamado a ser nuevo rey del fútbol mundial.
Todo estaba de cara para los germanos, pero Mbappé se inventó un disparo sensacional -a pase de Di María- para volver a batir a Neuer en su palo más cercano. Una obra maestra que dio ventaja al Paris y les permite cobrarse la primera revancha tras la derrota en la final de la temporada pasada en Lisboa.
Mbappé marcó cuatro goles al Barça en octavos y este miércoles firmó un doblete ante el cuadro muniqués. Es la primera vez en la historia de la Champions que un jugador logra media docena de goles en las dos primeras eliminatorias. Un nuevo récord para el galo, que acercó a los suyos a semifinales, aunque todo esté por escribir en el Parque de los Príncipes.