Juan Carlos Cruz, nuevo asesor del Vaticano y quien fuera víctima de Karadima, fustigó la “estupidez humana” por postura de algunos obispos sobre cultos presenciales en pandemia.
Juan Carlos Cruz, nuevo asesor del Vaticano, conversó Andrea Moletto y Álvaro Paci en el programa Palabras Sacan Palabras de Radio Futuro.
En la entrevista se refirió al llamado del Papa Francisco para el cargo: «Me llamó el Papa Francisco y yo súper honrado porque hay harto que hacer y se requiere trabajar por sobrevivientes de abusos de la Iglesia en el mundo entero. Estos señores todavía me consideran una serpiente y lo que me puede importar es nada. Yo feliz de ayudar con humildad para tratar de entender a mucha gente que ha hablado. Todavía hay mucha gente que sufre en silencio. Es un trabajo ad honorem y lo hago con mucha alegría y me gusta hacer algo por gente que ha sufrido mucho».
Además señaló que: «En el mundo entero hay una situación completamente difícil y dolorosa respecto al daño que ha hecho la Iglesia. Soy todo lo que ellos no quieren: gay, abusado, quiero celibato parcial. Son tres veces al año una semana en Roma con Asambleas Plenarias con 14 personas. Hay obispos, hay curas, hay siquiatras. No los conozco todavía. Por lo que entiendo, la comisión la van a reformar en torno a como esperan que sean los curas de aquí al 2030».
OBISPOS Y CULTOS PRESENCIALES EN CHILE
«Respecto a la actitud de los obispos en Chile, que te puedo decir ante semejante estupidez humana, por lo del obispo de Punta Arenas. Hay obispos nuevos que están nadando contra la corriente, contra gente muy básica. Esos que iban a dale lecciones al Papa de como enfrentar casos de abusos, imagínate. Son un desastre. En la pandemia… ¿Dónde han estado? ¿Dónde están acompañando el dolor de la gente? En el conflicto con nuestros pueblos originarios, podría la iglesia se mediadora, pero no los quiere nadie, porque están profundamente destrozados. Hay tanta gente buena heroica en la iglesia. Yo como católico, si puedo ayudar desde adentro a poner un granito de arena para que las cosas se vayan arreglando, cuanto mejor. Hemos vivido esta pandemia con gente sufriendo, sobre todos los más pobres, con una situación económica terrible, y los obispos dejan mucho que desear.»
¿HAN SIDO EFECTIVOS LOS CAMBIOS EN LA IGLESIA?
«Fue muy impactante haber ido a conversar con el Papa hace 2 años y medio. Que el Papa pidiera perdón. Empezó esta amistad, hablamos por teléfono, lo he ido a ver varias veces. Un hombre que en lo personas es increíble. Y en su cargo no lo he visto sufrir horrores por lo que está pasando. Han caído algunos obispos y cardenales, pero falta tanto por hacer. Si tu vieras lo que yo he podido ver de las fuerzas que hay dentro de la iglesia, te juro que no se como uno tiene fe y puede seguir. Respeto al Papa, lo quiero mucho. Ha habido cambios, pero tiene que haber muchos más. Quiero separar la persona del Papa del cargo. Por lo menos ha abierto un camino».
UNIONES ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO
Cerró diciendo: «Escribí una columna en La Tercera, muy dura. Porque he tenido la oportunidad de ver como trabajan algunas personas en la Congregación de Doctrina de la fe, que hicieron esa barbaridad. Conversé del tema con el Papa y él está muy dolido con eso, y no me extrañaría que hubiera algún tipo de reparación respecto a eso. Soy un profundo amante de Dios y del respeto de las conciencias de la gente. Cuando Errázuriz dijo que yo no era víctima porque soy gay y dijo a lo mejor le gustaba. Cortémosla, la iglesia tiene que cambiar con el mundo o sino se van a quedar solos.
Estamos viviendo un momento de esos que son hitos que pasan en el mundo. Tenemos que tratar de cambiar y de ser mejores personas. De esta desigualdad que hay en Chile y en el mundo. Esta brecha gigantesca entre pobres y gente que tiene plata. Estuve en la casa de mi hermano en Vitacura y decía: ¿Qué crees tu que podemos hacer en Vitacura? Yo le dije: en Vitacura hay de todo. Porque no van a ayudar a otras comunas y enseñar a pescar. Esa desigualdad que existe. Que de plaza Italia para arriba y para abajo. Es una falta de humanidad. Hay que buscar solidaridad.»