El Presidente Sebastián Piñera ha asegurado que la pandemia de COVID-19 ha supuesto un «notable éxito» en el ámbito científico, con un desarrollo de vacunas en tiempo «récord», pero al mismo tiempo un «grave fracaso» político que, en su opinión, hace necesario prepararse para futuras pandemias con un tratado específico y un refuerzo de instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para Piñera, la «gran misión de nuestra generación» pasa por construir «un mundo mejor», independientemente de los retos actuales, ya que es necesario trabajar de cara a futuro para que, en caso de que sea necesario, haya una respuesta «global» y «coordinada».
«Es evidente que ningún país estaba preparado para la pandemia», ha reconocido Piñera, que confía en poder estar «mejor preparados» y solventar situaciones como la «profunda deficiencia» que existe en el reparto actual de las vacunas. En este sentido, ha coincidido con otros intervinientes en la XXVII Cumbre Iberoamericana.
«Un paso necesario»
Un tratado para anticiparse futuras pandemias es «un paso necesario» a juicio del mandatario chileno, quien no obstante también ve ventanas de «oportunidad» para el desarrollo en una situación como la actual. Piñera ha abogado por «levantar la vista» y pensar en nuevas y mejores formas de crecimiento, especialmente para solventar retos como la «profunda desigualdad» que aún impera en la región.
La revolución tecnológica, ha añadido, «ha llegado para quedarse». Los cambios que se han «acelerado» en los últimos meses van a cambiar la vida de los ciudadanos «más que cualquier revolución anterior», ha señalado Piñera, que ha llamado a la región a no quedarse atrás.
«Los países que no fueron capaces de sumarse a tiempo en revoluciones anteriores se quedaron rezagados» en los «esquivos caminos del desarrollo», ha advertido. «No podemos tropezar nuevamente con la misma piedra», ha apostillado el mandatario durante su alocución.
Piñera ha aprovechado también su turno de palabra para dirigirse expresamente a Venezuela, país al que ha instado a «asumir un pleno y total compromiso con los valores de libertad, Estado de Derecho, democracia y Derechos Humanos». El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha sido una de las bajas de última hora de la cumbre, donde finalmente participa su ‘número dos’, Delcy Rodríguez.