La fórmula de Marvel Studios se ha expandido durante 23 películas. Es una forma de contar historias que ha recaudado 22 mil millones de dólares y ha revolucionado la forma de plantear el cine de masas. No hay duda de que lo que la casa de las ideas aplicada a la pantalla grande toca se convierte en oro. Así que la duda que quedaba con las series del MCU en Disney+ era si iban a mantenerse apegados a estas formas. Y si “WandaVision” apostó por algo diferente, “The Falcon and the Winter Soldier” optó por jugar a la segura y mantener el modo Marvel Studios.
Esto no quiere decir que la serie de seis capítulos que profundizó en Sam Wilson y “Bucky” Barnes sea un producto más del montón. Porque si hay algo que logró esta producción es el ser en esencia un relato sobre el Capitán América sin Steve Rogers. Era su sombra la que se asomó en cada uno de los episodios de TFATWS. Una dirección impecable de Kari Skogland y un hilo conductor cuidadosamente elaborado por el showrunner Malcolm Spellman sirvieron de base sólida en principio.
Las ideas estaban ahí para ser desmenuzadas con detalle. Lo complejo de asumir el manto de Capitán América para el Falcon por una historia racial y social que se mantiene vigente en la realidad de los Estados Unidos. El trauma de una vida pasada de asesinato del Soldado de Invierno para Bucky. Qué pasa en un mundo en el que tras el Blip vuelve la mitad del mundo y el sistema colapsa de inmediato, llevando directo a resistirlo como lo vemos en los Flag Smashers. Si acaso basta con ser un buen soldado para encarnar los valores de ese escudo en el caso de John Walker. Todos estos puntos los encontramos en “The Falcon and the Winter Soldier” con distintos niveles de desarrollo.
Pero la fórmula Marvel tenía que imponerse en cada rincón y lo que nos cuenta la serie va en la línea de lo que hemos visto en las películas. Si “WandaVision” apostó en su primera mitad a lo enigmático y el misterio prometedor, TFATWS se presentó desde un principio como un relato más tradicional a la fórmula del MCU. Con acción maravillosamente ejecutada, las suficientes sugerencias de cosas por venir en las siguientes entregas y, especialmente, un sentido de continuidad que supera a la entrega en particular que estamos viendo.
¿Se sostiene sola “The Falcon and the Winter Soldier”? Lamentablemente, se necesita estar más o menos al día con lo troncal del MCU en lo que concierne al Capitán América para poder seguir el ritmo. ¿Es “maratoneable”? Totalmente, se siente como una película larga en la que ir de semana en semana quizás le jugaba en contra. ¿Es de lo mejor que ha entregado Marvel Studios? No podemos negar que la falta de riesgo real le juega en contra a la historia. TFATWS tiene momentos grandiosos (no olvidemos el cierre del episodio 4, por favor). Y tiene grandes ideas que respiraron de diferentes formas en los seis capítulos. Pero a la hora de los balances, no sale ilesa. Un ejemplo más del esplendor dle MCU, para bien y para mal.