El filósofo, Arturo Fontaine, señaló en La Radio del Rock: El riesgo es que nos llenemos de deseos, de aspiraciones y se crea que por que algo esté escrito en la Constitución va a ser una realidad».
Se vienen las elecciones y cabe preguntarse la pertinencia de cambiar el régimen político en Chile. Lo conversamos con el filósofo Arturo Fontaine en Palabras Sacan Palabras, junto a Andrea Moletto y Álvaro Paci.
En la entrevista señaló: «La figura del presidente Piñera va a pesar. El Gobierno no está terminando bien y va a pesar en la mente de los constituyentes. Las Constituciones siempre se hacen en una especie de doble juego. La gracia de los constituyentes es que son los que tienen visión de futuro. Los fundadores de la Constitución Americana eran del siglo XVIII y sus principios siguen vigentes. Hay tesis como la de Daniel Mansuy, que plantea que el presidente no ha estado a la altura del cargo. Vienen más versiones de esa tesis, en torno a que la imagen del presidente se ha deteriorado».
Convención constituyente
«La Convención va a tener que trabajar en comisiones sobre distintos temas. Son muchos los temas. Y eso se lleva al plenario. Como se organice todo eso, es fundamental. Creo que hay una buena probabilidad de que una vez elegidos, los delegados actúen a la altura de la misión que tienen que cumplir, que es una misión muy difícil. Requiere combinar cosas distintas».
Sobre la democracia: «Yo espero que no esté en riesgo la democracia. Los dos tercios están pensados para que existan acuerdos transversales. El arco político no es muy relevante. Cuando se requiera redactar artículos, se va a entrar en cierta sobriedad, no da para grandes pasiones o grandes ilusiones. Lo que es nuevo, es que una convención tenga lugar con redes sociales. El efecto de las redes sociales en la política, es un fenómeno nuevo. Por eso no sabemos cómo va a influir en los constituyentes».
Políticos en palabras de Arturo Fontaine
«Los políticos y los delegados van a ejercer su trabajo a través de la palabra; y esos análisis y conversaciones ocurren en privado y otros en público. Lo que nos importa, como ciudadanos, es el resultado de esas conversaciones y evaluar luego en función de los resultados y no en función de donde o cuando conversaron. Los acuerdos se hacen en un borrador y luego evolucionan. En toda negociación hay un ir un venir. Es conveniente que eso se haga, a veces, con cierta privacidad. Lo relevante es que los resultados sean totalmente transparentes».
Riesgo
«El riesgo de este proceso es el populismo: que se confunda la escritura de la Constitución con una carta al viejo pascuero. Que nos llenemos de deseos, de aspiraciones y se crea que por que algo este escrito en la Constitución va a ser una realidad. Una Constitución puede considerarlo todo. Sin embargo, hay que llevarlo a la práctica. La palabra de la Constitución no crea el mundo. Espero que los delegados se aparten de eso a penas se sienten a trabajar y hagan el trabajo seriamente. El tema del régimen político es uno de los más importantes. El riesgo que ahí veo es que nos dejemos llevar por algunas ilusiones. Una ilusión es creer que los regímenes alternativos que tenemos (Parlamentarismo y semi presidencialismo) no generen problemas nuevos, porque aparecen problemas nuevos, complejos y que son muy ajenos a lo que nosotros creemos como democracia».
Siguió diciendo: «El Parlamentarismo no es para Chile, porque en el Parlamentarismo, una vez que elegiste al Presidente, hay que formar Gobierno. Y esa formación de Gobierno surge del Parlamento y no del pueblo. Ese proceso puede tomar mucho tiempo: En Holanda, el promedio son 90 días. El 2017 estuvieron más de 200 días sin Gobierno. En Alemania, estuvieron 13 días sin poder formar un Gobierno. Entonces no se puede presentar el presupuesto ni leyes nuevas, solo se administra. Otros problemas son las rotativas de los Gobiernos, por ejemplo, en Israel los Gobiernos duran 2 años en promedio. Entonces, tienes una rotativa que te impide hacer planes de largo plazo, pero son países muy ricos que no tienen las urgencias económicas que tenemos nosotros. En Chile eso es insostenible».
Cerró señalando: «Estamos viendo la peor cara del presidencialismo. El presidente Piñera perdió el tercio y eso genera una situación particular. El semipresidencialismo y el parlamentarismo transfieren el poder de elegir quien Gobierna al Parlamento. La población no vota por el Jefe de Gobierno. Me parece que nosotros entendemos la democracia como elegir a quien nos gobierna. No que sea una cocina a nivel parlamentario. En los tiempos que corren, esta cosa elitista del Parlamentarismo decidiendo quien Gobierna me parece que es retroceder, es ir contra corriente. Estamos en tiempos en que hay fuerzas horizontales de acercar la democracia a la gente».