“Efectos de la ley de Etiquetado a 5 años de su implementación”, se denominó el seminario virtual organizado por el Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica y que evaluó positivamente la regulación.
“Efectos de la ley de Etiquetado a 5 años de su implementación”, se denominó el seminario virtual organizado por el Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica y en el cual; Nano Barahona, presentó el estudio homónimo -capítulo principal de su tesis doctoral en el PhD de Economía en Stanford- que realizó junto a Cristóbal y Sebastián Otero y Josh Kim.
Barahona explicó que en cuatro años de investigación (2015 – 18) se consideró “precios y patrones de compra de la población con información de Walmart Chile; contenido nutricional de los productos; encuesta de la percepción de los consumidores antes y después de implementada ley”.
Ley de Etiquetado
Las principales conclusiones del estudio son que: los consumidores están escogiendo productos más sanos pues la demanda por aquellos altos en azúcar disminuyo un 9% y un 7% los altos en calorías; Las empresas han reformulado un 30% de sus productos; Los límites de concentración ligeramente más bajos incentivan a una mayor reformulación nutricional de los productos; Los sellos tienen el potencial de ser tan efectivos como los impuestos al azúcar, pero son menos regresivos.
El senador Guido Girardi; quien junto al doctor Ricardo Uauy es el creador y principal impulsor de la iniciativa, señaló que “esta ley busca incentivar a las empresas que vendían comida chatarra a reformularse y vender comida saludable. Por ello estableció el derecho a saber para que hubiese simetría de información y funcione el mercado”.
Además dijo que “esto ha posibilitado que haya una reformulación de un 30% de los productos y casi todos han bajado sus niveles de sal y azúcar y grasas saturada. Hay una disminución de compra de cereales con azúcar y gaseosas”.
Agregó que “este es un ecosistema, esta ley es un aporte, pero por si sola es insuficiente, se le debe aplicar impuestos a todos los alimentos con sellos; avanzar en la ley de una hora diaria de educación física en los colegios, garantizar el acceso al agua; propiciar una tarjeta verde para adquirir frutas y verduras y cumplir con las cinco raciones diarias que recomienda la OMS”.