Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con Ricardo Hurtubia, investigador asociado de Acceso y Movilidad del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable de la Universidad Católica.
Nuevamente la lucha entre automovilistas y ciclistas por transitar por las calles deja una víctima fatal, tras conocerse la muerte de una persona que transitaba contra el tránsito en su bicicleta por la Costanera Andrés Bello. Vía reversible que sigue en la mira de expertos por propiciar el flujo vehicular para las personas del sector oriente de Santiago, en desmedro del resto de la población.
Hurtubia asegura: “La ciudad ha sido construida pensando en el auto y hay un actor que está cada vez más presente que es la bicicleta”.
“Hasta antes de la pandemia, las ciclovías iban llenísimas, casi con congestión en hora punta. No hay infraestructura que permita que la gente se mueva de manera segura y expedita. A esto se suma la falta de educación vial. Los automovilistas creen que los ciclistas no pueden andar por la calle y los ciclistas creen que pueden andar por la vereda. Cuando el ciclista entra en falta, el daño potencial es bajo. Cuando el automovilista entra en falta, el daño potencial es severo”, agrega.
La calle, un espacio reducido
Para Ricardo Hurtubia, “la calle es de todos, pero como es un espacio reducido tenemos que distribuirla y usar espacios en función de lo que más requiere la ciudad. Lo lógico es darle prioridad a los buses y las bicicletas, por ejemplo, para desincentivar el uso del automóvil”.
“Hay un tema también cultural y eso se puede cambiar. El tema es que hay una degradación en el conducir. En la luz roja, cambia a rojo y por 3 segundos siguen pasando autos. Carabineros ha dejado de poner foco en este tipo de fiscalización, cosa que hace 10 o 20 años atrás era frecuente”, añade.
El uso de la bicicleta
“Lo que nosotros hemos visto en Santiago es que aumentaron los viajes en bicicleta entre 2012 y 2019, y lo que ocurrió es que los accidentes fatales fueron disminuyendo de manera total. Este fenómeno se ha detectado en varios lugares del mundo. Cuando tienes mucha gente andando en bicicleta, el resto de los actores se vuelven más conscientes de la presencia de estos ciclistas y disminuye la posibilidad de que haya accidentes. Con la pandemia, disminuyeron los ciclistas, y los autos, y aumentó la velocidad en las calles. Disminuyó el número de ciclistas pero aumentaron los accidentes. El tema no es no tener auto, sino como usas el auto. La idea es que te transportes en el medio que más te convenga y que sea más sostenible. Probablemente el auto puedes usarlo el fin de semana y hay que privilegiar el transporte público. Nos olvidamos que lo queremos mover personas y no autos”, apunta.
“La bicicleta duplicó su uso, lo que actualmente bordea el 8% de los viajes, pese a la escasa infraestructura para usar la bicicleta en la ciudad. Santiago y otras ciudades de Chile son ciudades aptas para pedalear y seguimos fallando en infraestructura. Podríamos hacer cosas con bicicletas públicas o facilitar lugares para estacionar bicicletas en estaciones de Metro”, complementa Ricardo Hurtubia.