De la salud mental de los chilenos en pandemia, y del consumo de drogas y alcohol conversó con La Radio del Rock el psiquiatra Alberto Larraín.
De la salud mental de los chilenos en pandemia, de la automedicación y del consumo de drogas y alcohol conversamos en Palabra Que Es Noticia con el psiquiatra Alberto Larraín.
Palabras de Alberto Larraín
«Tenemos a uno de cada 3 chilenos con una patología de salud mental y el sistema está reventado. No hay hora con siquiatra o con sicólogo. Hay un montón de condiciones y problemas que tenemos hoy que son normales en relación a la situación que estamos viviendo: insomnio, problemas de concentración, andamos más torpe. Eso no se considera una patología. El cerebro está tratando de hacer todo lo que se puede en un contexto de mucha tensión. Cuando uno de cada tres chilenos está con cuadros mentales, preocupa que no todos puedan acceder a asistencia para resolverlos. Cuadros depresivos, de llanto, problemas del sueño, problemas de violencia intrafamiliar, o se agudizan cuadros de base».
Apoyo
«Estamos calculando que la gente que requiere apoyo bordea las 5 millones de personas y la capacidad de atención llega a las 800 mil en Chile. Se requieren cambios porque estamos como en una fase de negación que esto existe.
Cuando empiezas a ver que los índices de salud mental en menores de 6 años están malos, quiere decir que algo está mal».
«El alcohol baja la ansiedad y actúa con el mismo efecto de los ansiolíticos. Entonces hay quienes se tomaban una cerveza y ahora se toman 3. Ese aumento de consumo esta dado por los temas de salud mental. Hay gente que ha subido de peso por sobre consumo de comida chatarra. Eso te demuestra que tenemos pocas herramientas para manejar lo que está pasando. Esta no es la séptima plaga de Egipto, no es que tengamos que sobre reaccionar. Acá lo más importante es que las personas aprendan a mirarse y entiendan lo que les está pasando. A las personas les cuesta entender si tienen rabia, angustia o miedo. Pregúntense como están.
Continuó diciendo: «En función de eso tengo que planificar mi día. Si estoy sobrepasado de angustia, no es mi día para terminar cosas pendientes. También tengo que dimensionar como están las personas que están en completo contacto conmigo. Eso me ayuda a distribuir las cargas y acompañarnos entre todos. Lo tercero tiene que ver con las políticas del Gobierno. Las cuarentenas no pueden ser prolongadas y tiene que haber espacio para salir y sociabilizar. Tener acceso a la naturaleza, la cultura, a los niños poder retomar las encuestas, aunque sea por tiempo corto. El cuarto punto es preguntare si necesito ayuda profesional o no. Si tengo llanto espontáneo, un nivel de angustia incapacitante, crisis de pánico, aumento en el consumo de alcohol o drogas, violencia intrafamiliar, si tenemos ideas de muerte. Entonces es momento de consultar».