El periodista Cristián Arcos, sorprende con un relato autobiográfico que se adentra en el oscuro territorio de la depresión.
Luego de dieciocho años como periodista deportivo de Chilevisión, Cristian Arcos se vio obligado a enfrentar una nueva normalidad: la cesantía y las deudas lo hicieron probar suerte como chofer de aplicaciones de transporte. Sin quererlo; estos viajes terminaron por llevarlo a escapar de una ráfaga de balas, a su época de estudiante universitario, a sus intentos de suicidio y al caso de Cristóbal Yessen, un exboxeador que abogó por menores del Sename y desapareció de la vida pública luego de ser cuestionado por el diario Interferencia.
Palabras de Cristian Arcos
Todo esto es relatado en Enemigo interno, la crónica más personal y potente de Cristián Arcos. «La idea de este libro coincide con el estallido social, aunque llega de un modo periférico. La idea inicial surge meses antes; cuando soy despedido de un trabajo en el que estuve por 18 años», cuenta el periodista.
En estas páginas el escritor se adentra por primera vez en los oscuros dominios de la depresión y nos habla del peor año de su vida. «Mi intención fue contar la depresión desde el punto de vista de quien la padece, sin ofrecer fórmulas ni soluciones, sino dar cuenta de un proceso que no concluye. Y evitar el proceso de victimización: acá escribo sobre el daño que la depresión provoca no sólo en el afectado o afectada, sino también en su entorno», explica el autor.
El libro más íntimo
«Siento que cuando uno escribe de otros u otras, también lo hace de uno mismo. Esta vez quise girar la tuerca. Quise que al hablar de mí los otros se sintieran identificados y encontraran un reflejo de situaciones que a muchos nos han sucedido: cesantía, reinvención, separación de pareja; crisis económica, trastornos de salud mental».
Arcos decide contar en Enemigo interno dos historias de las tantas que se visibilizaron luego del 18 de octubre. La suya y la de Yessen. La de lo falso y lo verdadero. En su nuevo libro, el autor abandona su faceta más conocida y se transforma en el protagonista de estás páginas; sorprendiéndonos con un relato íntimo y estremecedor. «A menudo leemos o vemos reportajes ya confeccionados y rara vez nos encontramos con las vallas en el camino. Las dudas que surgen desde la perspectiva de la elaboración, la posibilidad de estar frente a un hecho que deja demasiadas dudas. En el fondo, el capítulo de Yessen es un anti-reportaje pues devela el tupido velo que a menudo los periodistas guardamos bajo llave», detalla el escritor.