De los recientes hechos de violencia en la Araucanía y de la representación de los pueblos originarios en la Convención Constitucional conversamos con el poeta mapuche, Elicura Chihuailaf.
De los recientes hechos de violencia en la Araucanía y de la representación de los pueblos originarios en la Convención Constitucional conversaremos con el poeta mapuche, premio nacional de literatura, Elicura Chihuailaf.
Escéptico-optimista
«Desde hace un par de décadas me he declarado escéptico optimista. Por este sistema que no se ha podido cambiar, movido por un pequeño grupo de poder. Los jóvenes movieron todo esto y es inesperado y esperanzador que Elisa Loncón sea quien fiche como la presidenta de esta asamblea. Marca el inicio de una nueva etapa, espero».
Violencia
«Son más de dos siglos de violencia y nosotros como todo pueblo somos una cultura diversa y asumimos diferentes posiciones frente a la lucha. Respeto lo que haga cada movimiento y yo he escogido conversar con ustedes. Es el camino que he escogido. El Estado de Chile, que entró de manera violenta al territorio mapuche de antaño, no se ha querido hacer cargo. Aquí ha habido muy pocas excepciones, de todos los Gobiernos, de derecha a progresistas».
«El Estado es el que ha generado este conflicto y no lo ha asumido. El Estado irrumpió en nuestros territorios. Se está endosando esta problemática al pueblo mapuche, que somos mayoría, se equivoca el camino. No se aborda el problema conceptual que se está viviendo. Se insiste en el desarrollo, todos lo queremos, pero el pueblo nativo queremos el desarrollo con la naturaleza y no contra la naturaleza. Eso ha estado generando violencia».
«Prefiero quedarme con la esperanza. Ojalá la asamblea pueda hacer su trabajo sin interferencias y que se le otorguen las facilidades que hasta hace poco no se le habían otorgado. Me quedo con la esperanza que realmente la constituyente pueda hacer esos cambios. De pronto grupos minoritarios termina imponiéndose».
Finalizó diciendo: «A más de dos siglos, recién los pueblos nativos y el Chile profundo tiene la posibilidad de hacerse parte de una nueva Constitución y andar hacia un camino ancho y generoso del buen vivir.
Se debe aclarar el problema conceptual del que estamos hablando. Aquí se habla de paz. Creo que la urgencia es poder sobre la mesa la conversación con conceptos que vamos a manejar con sentido colectivo».