Hoy se cumplen 16 años de la reunión de David Gilmour, Roger Waters, Richard Wright y Nick Mason en el Hyde Park de Londres, Inglaterra.
El sábado 2 de julio de 2005, hace exactos 16 años atrás, se realizó el último concierto juntos de los 4 miembros clásicos de Pink Floyd y el último set oficial de la banda en cualquiera de sus distintos formatos.
Sobre el escenario del Live 8, David Gilmour, Roger Waters, Rick Wright y Nick Mason se juntaron por última vez en el macrofestival que constó de 11 conciertos simultáneos durante la jornada, en distintos puntos del mundo, que Bob Geldof organizó el objetivo de concienciar sobre la pobreza en el planeta y recaudar fondos para la ONG Make Poverty History.
Pink Floyd tocaron en el escenario de Hyde Park, en Londres, junto a otros emblemas de la música popular. Elton John, Paul McCartney, The Who, Queen, R.E.M., Sting y U2 fueron parte del cartel en Inglaterra, pero el show de la banda se convirtió en el más especial, sin duda, e histórico, pues supuso poner fin a 24 años de separación, enemistad y litigios judiciales entre los 4 miembros de la formación más clásica. No formó parte de la reunión Syd Barrett, clave en la fundación y la primera etapa del grupo, quien fallecía un año después, en 2006.
Tras una serie de conversaciones de Geldof con cada miembro de Pink Floyd, el 12 d ejunio de 2005, solo 3 semanas antes de que se realizara Live 8, se anunció la adición de la formación clásica de la banda y comenzó la operación del regreso. Reunidos en un salón del Connaught Hotel de Londres, de inmediato algo amenazó con revivir las viejas rencillas, nada menos que un desacuerdo en el repertorio que se iba a interpretar. «Roger quería tocar ‘Another Brick in the Wall’, pero no pensé que fuera apropiado. Esto era algo para África y realmente no pensé que los niños pequeños en África deberían estar cantando ‘no necesitamos educación’. No hubo discusión al respecto. Tenía toda la razón”, recordó Gilmour.
Pink Floyd solo dedicó tres días a los ensayos en los estudios Black Island en Londres, acordando un set de 4 canciones en 20 minutos: «Breathe» con su reprise incluido, y «Money» de «The Dark Side Of The Moon» de 1973, «Wish You Were Here» del disco de 1975 del mismo nombre y «Comfortably Numb» de «The Wall» de 1979. Mientras Mason bromeaba con que «se supone que todos recordamos cómo se tocan», Waters recuerda: «Fue muy divertido. Entramos e hicimos algunos ensayos, y en el momento en que nos conectamos para el primer ensayo, fue como ponerse un zapato viejo».
Según recuerda Tim Renwick, guitarrista por Gilmour como apoyo para el set debido a la larga amistad que les unía, aunque se mantuvo un ambiente cordial, algunas viejas tensiones amenazaron con salir a flote en los ensayos: «Roger llegaba al menos una hora tarde todos los días. Él llegaría con esta actitud de ‘’cierto, estoy aquí ahora, podemos comenzar’, que es lo que solía hacer hace años. Es un truco, y estaría haciendo sugerencias descabelladas sobre la reorganización de las cosas, porque con su banda había hecho arreglos en diferentes tempos y demás. David, bendito sea, fue muy complaciente, pero al final del día tuvo que darse la vuelta y decir ‘mira, estamos haciendo cuatro canciones y, al final del día, la gente espera escuchar los hits exactamente la forma en que sonaban en los viejos tiempos’'».
Gilmour comentó: «Hubo momentos en que Roger estaba luchando por no ser mandón, y yo estaba luchando por seguir siendo mandón. Vi cómo podrían haber tenido lugar las discusiones, pero ya no estamos en las gargantas del otro. Deshacerse de esa amargura debe ser algo bueno. ¿Quién quiere tener ese susurro en la mente el resto de tu vida?».
De todas formas, la actitud de Waters causó cierta molestia en algunos miembros del staff que le habían conocido de antaño. Renwick agrega: «No había una sola persona en la habitación que Roger no hubiera molestado en algún momento de su carrera. Así que había mucha gente de pie, con los labios muy cerrados, siendo increíblemente profesional y bajando un poco la cabeza, y haciendo lo que se les decía. Debería haber sido una verdadera risa y no lo fue, en el análisis final, porque Roger todavía estaba tan obsesionado con tratar de hacerlo todo a su manera».
Y finalmente, llegó el día del show. Laprevia se hizo eterna y con la banda y su estaff compartiendo con los otros músicos en backstage con buena atmósfera. Apenas David Gilmour cantó la primera línea de «Breathe», el público aplaudió a rabiar. Como si la riada cálida de su voz confirmase lo que todos veían en directo. Eran las 23;23 hrs de aquel sábado 2 d ejulio de 2005 y Pink Floyd volvía a la vida por veinte minutos.
Siempre compuestos en escena, solo Waters se mostraba más expresivo. , lo que hizo que la transmisión televisiva lo “mostrara más seguido. Fue el único de la banda que habló, antes de tocar «Wish You Were Here»: «En realidad es bastante emotivo, estar de pie aquí con estos tres tipos después de todos estos años, para ser contado con el resto de ustedes. De todos modos, estamos haciendo esto para todos los que no están aquí, y particularmente, por supuesto, para Syd».
Mientras Gilmour y Waters se turnaban para hacer la voz principal en «Comfortably Numb», la frase “No more excuses” se proyectó en la pantalla de fondo, con el habitual juego de visuales que caracterizó a la banda desde sus comienzos. El guitarrista tocó cada solo de forma perfecta. Al final, la ovación fue cerrada. Waters llama a Gilmour. Se le unen Wright y Mason. Todos sonríen con algo de nervio. Fue su último abrazo juntos en un escenario.
David Gilmour recuerda. «Llegamos allí y lo hicimos…bastante bien, creo. Fue genial sentir cómo se sintió eso en esa ocasión con Roger allí. El odio y la amargura son cosas muy negativas, se sintió muy bien haber puesto todo eso en perspectiva y redondeado muy bien».
El recordado Richard Wright agrega: «Debido a todos los argumentos y problemas que Roger tuvo conmigo y con David, fue maravilloso que realmente llegáramos allí y lo hiciéramos juntos. Pero aprendimos algo. Sería muy difícil para nosotros cuatro hacer una gira mundial, simplemente porque nuestras ideas son muy diferentes musicalmente».
A pesar de que les ofrecieron diuna cantidad enorme de dinero por hacer una gira mundial, los músicos no accedieron. «Nos ofrecieron 150 millones de dólares para una gira mundial, pero no estoy de humor», dijo Waters. «Lo de Live 8 fue genial, pero fue el cierre. Fue como acostarse con su ex esposa. No hay futuro para Pink Floyd», agregó a modo de sentencia Gilmour.