Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con Eneas Espinoza, una de las víctimas del Caso Maristas en Chile y fundador de la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos.
Ayer conocimos de la muerte de Fernando Karadima, ex sacerdote condenado por abusos sexuales por el Vaticano. El ex religioso no fue sentenciado por la justicia civil, debido a que los delitos estaban prescritos, pero se estableció su responsabilidad. Denunciantes dei ex párroco de El Bosque plantearon tras su muerte, que Karadima era un eslabón más. ¿Cuántos Karadima hay en la iglesia católica chilena?
Muerte de Fernando Karadima
“Se remecen muchos fantasmas y temas pendientes, porque la justicia chilena no ha hecho su pega. Entre el 11% y el 15% del clero chileno esta involucrado en abusos, de acuerdo a cifras del Vaticano. Es la pandemia más grande y complicada que tenemos desde el punto de vista de abusos instituciones en Sename, colegios, parroquias, scout. Esto es un tema que de norte a sur, de cordillera a mar, hay un Karadima. En este caso, los denunciantes usaron su influencia y su poderío, e hicieron presión, para que esto se visibilizara. Podrían haberlo hecho en silencio. A partir de este proceso se inicia un proceso distinto en la sociedad chilena, hasta el fracaso de la visita papal”, señala Eneas Espinoza.
Víctmas de abusos por parte de miembros de la Iglesia Católica
“Lo que vivieron ellos, amplificado por lo mediático y social, no se vive en un pueblo chico. Donde personas han tenido que cerrar su negocito, cambiarse de casa o de ciudad por denunciar. Es el Estado de Chile el que debe ponerse a la altura de las circunstancias. Hasta que los abusadores no mueran en la cárcel, no podemos decir que estamos en otro momento de la sociedad chilena. El Papa ha sabido, además, trabajar muy bien la imagen, pareciendo que está haciendo cambios, pero no los hace. Además tienes a todas estas redes de encubrimiento. Hasta que no se haga justicia, estas personas van a seguir abusando con complicidad. Algunos salieron de sus cargos de obispos, pero la justicia chilena no los molesta, no los inquieta. Esta es una situación del presente. Hay infancias en Chile a manos de la iglesia, del Sename, que están siendo abusadas. Esto no va a cambiar hasta que la sociedad chilena actúe mucho más firme. Tienes el ejemplo de Australia, Nueva Zelandia, Irlanda, donde comisiones trabajan para indagar estos crímenes y que nunca más ocurran”, apunta una de las victimas del Caso Maristas.
Denunciantes adultos
“Lo que está sucediendo hoy, es de denunciantes adultos. Los niños tardan muchísimo en develar. La Iglesia sigue haciendo lo mismo. Seguimos recibiendo testimonios similares a los de años atrás. La iglesia se investiga a sí mismo, el abusador es trasladado y depende del impacto mediático toman acciones más duras o no. Mucha gente fue a declarar a la comisión papal, se supone que iban a hacer justicia real, pero agarraron esas carpetas, se las llevaron y no hicieron justicia. El fiscal Arias, que allanó dependencias de la iglesia, pudo conseguir algunas carpetas. Esto sigue ocurriendo y la iglesia no está colaborando con la justicia”, indica Eneas Espinoza.