El gobierno de Francia acordó este miércoles el inicio de la tercera dosis de vacunas contra el COVID-19, a partir de mediados de septiembre; en un intento por reforzar la inmunización de «poblaciones de riesgo» frente a la posible expansión de nuevas variantes del coronavirus.
El presidente galo, Emmanuel Macron; ha alertado del riesgo que aún persiste por la pandemia. «La crisis sanitaria no ha pasado. Vamos a vivir todavía varios meses más con este virus», ha declarado el mandatario durante un Consejo de Defensa en el que ha expresado su especial preocupación por la situación en los territorios de ultramar.
Macron ha apuntado que, a la vuelta de vacaciones, la vacunación volverá a centrarse en «personas de más de 80 años y particularmente vulnerables», algo que ha apuntado también el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, que ha confirmado que a finales de agosto se abrirán de nuevo las citas para este colectivo, cuyo alcance aún está por precisar.
Tercera dosis
Las autoridades quieren también reducir la expansión del virus en las zonas donde esté más extendido, lo que pasa por que en los departamentos con una tasa de incidencia de más de 200 casos por 100.000 habitantes se requiera de un pasaporte sanitario para entrar en grandes centros comerciales. También se recuperará el uso de mascarillas en interiores abiertos al público, informa Franceinfo.
Para Guadalupe, se ha anunciado un nuevo confinamiento estricto. Attal considera que es una «necesidad vital», después de que la isla haya registrado un nivel de contagios sin precedentes desde el inicio de la pandemia.
El gobierno también ha concretado este miércoles el final de la gratuidad en las pruebas de coronavirus que no hayan sido prescritas por un médico, en línea con lo que ya han anunciado otros países europeos que mantenían ofertas similares, como Alemania. Francia pondrá fin a esta posibilidad a mediados de octubre.