El año 1972 fue grande para los Rolling Stones. Lanzaron una de sus giras más grandes y de alguna manera se las arreglaron para atravesar una neblina alimentada por las drogas y el alcohol; y lanzaron el álbum doble «Exile on Main St.«, uno de sus trabajos más grandes y definitorios. Pero entrando en 1973, la banda estaba perdida, quemada y apenas funcionaba como una unidad. El mareo se reflejó en «Goats Head Soup», que se lanzó el 31 de agosto de 1973.
Las sesiones de «Goats Head Soup» comenzaron a fines de 1972 en Jamaica, y se juntaron con relativa facilidad, considerando el estado de la banda. Keith Richards estaba entrando en su etapa zombi, funcionando pero funcionando en piloto automático. Mick Jagger, ahora una celebridad de clase mundial abrazado por los ricos y famosos del planeta, tenía la cabeza en otra parte. Y los otros Stones se unieron al viaje lleno de baches, quisieran o no.
Las canciones grabadas en las sesiones, que se completaron en la primavera, se extrajeron de las mismas fuentes oscuras que habían inspirado el mejor trabajo de la banda desde finales de los 60. Pero la desagradable muestra de muchos de los cortes del álbum sonaba cansado e hinchado; era como si los Stones tuvieran otras cosas más importantes que hacer que hacer otro disco.
Las canciones que logran atravesar la oscuridad de «Goats Head Soup» – «Dancing With Mr. D», «Doo Doo Doo Doo Doo (Heartbreaker)», «Star Star» – suavizan los bordes ásperos de «Exile» con una producción embarrada que suaviza el pocas notas penetrantes (como la punzante guitarra de Mick Taylor en «Winter»). A pesar de todo, los Rolling Stones suenan como si vinieran de los años 60, su larga serie de grandes discos y cualquier trabajo que solían poner en su música.
Con «Goats Head Soup», los Rolling Stones entraron en otra etapa de su carrera: aquella en la que sus excesos de estrellas de rock importaban más que la música. No es que a los fans pareciera importarles mucho: el álbum alcanzó el número uno, al igual que su primer sencillo, la balada «Angie».
Pero fue el final de la era clásica de los Rolling Stones, con dos álbumes más cada vez más descuidados hasta que la banda volvió a la pista cinco años después con «Some Girls«.