El periodista e hincha colocolino Esteban Abarzúa está de regreso en librerías con 777, publicación que recorre la historia de los últimos 50 años de Colo Colo, a través de un relato que examina las trayectorias de Carlos Caszely, Marcelo Barticciotto y Esteban Paredes, ídolos emblemáticos del equipo nacional. Tres delanteros que vistieron «la 7», un número que marcó momentos definitorios para la historia del club y del país.
En poco más de 200 páginas, el autor revisa tres épocas clave: Colo Colo 73, la campaña del 91 y el equipo de la actualidad, llevando al lector a revivir las finales de la Libertadores y a rememorar el partido en el que el Popular arriesgó su primer descenso a segunda división.
Popularidad
Para el autor, los años retratados en el libro sin duda redefinieron el alcance y la popularidad del equipo, «con la llegada de la televisión y los procesos políticos, sociales y culturales que va a enfrenar Chile como sociedad y que, por cierto, van a generar un impacto en la historia del club», comenta.
«Es posible rastrear en todo ese periodo varias de las claves de la dictadura y de los llamados treinta años que determinaron el reciente estallido social. Colo Colo, como fenómeno futbolístico y social, no es ajeno a todo ese proceso y eso queda demostrado a través de la relación de sus ídolos con el entorno», explica Abarzúa.
«Como colocolinos hemos sido testigos directos de los efectos del Chile de los 30 años. A la fuerza, el club fue concesionado y quedó sujeto a la administración de una sociedad anónima deportiva que pretende imponer criterios que nada tienen que ver con la historia de Colo Colo», menciona el autor. «El Club Social y Deportivo Colo Colo se ha fortalecido aún más en este trance y hoy tiene más de 40 mil socios activos que sin duda refuerzan la idea de que la institución tarde o temprano retornará a sus raíces», añade.
La 7 del pueblo
Que Paredes vistiera la camiseta con el 7 en la espalda confirmó lo que para los hinchas albos ya era una tradición: el número 7 está bendito. «Los colocolinos hablan derechamente del 7 del pueblo, cuya tradición se inaugura con Marcelo Barticciotto y que después, en la búsqueda, a uno le permite identificar a Carlos Caszely», explica el auor de 777. Pero, ¿qué transformó a estos futbolistas en ídolos de la hinchada Cacique? Para Abarzúa, esto dice relación con sus personalidades y sus biografías: «La rebeldía en Caszely, la transparencia en Barticciotto y la proyección de Paredes como un goleador que en su infancia alcanzó a formar parte de la barra», resume.
Caszely, de acuerdo con el periodista, es un personaje transversal de nuestra historia. «Muchos tardaron varios años en entender que se trataba de un nuevo tipo de futbolista, el primero en su especie, con derecho a voz y dispuesto a entender el fútbol como algo importante para la gente, como un fenómeno social», agrega el autor. «Fue un personaje incómodo para la dictadura y también para la transición. Fuera de Chile es universalmente reconocido por esa fortaleza frente a Pinochet. Dentro de Chile todavía es un tema que no se acepta como parte de nuestro patrimonio cultural. No es un problema de Caszely, sino de Chile», asegura.
Barticciotto
En el caso de Barticciotto, comenta el escritor, su carácter de ídolo está definido por sus circunstancias. «Hay algo más íntimo, desconocido aún para la mayoría y que de alguna manera marcó su manera de ser desde los 5 años», cuenta el periodista. «Él fue atropellado junto a su madre en Buenos Aires, un día en que andaban de compras», relata. «Si uno mira a la distancia, puede detectar los efectos de ese accidente en la personalidad de Marcelo Barticciotto cuando llega a Chile en 1988: un argentino tímido y cariñoso que se relaciona con su entorno fundamentalmente a través de los afectos», detalla.
Para el escritor, Paredes representa «los sueños de un niño que desde sus primeras pichangas con los amigos en Cerro Navia, en una cancha que tienen al lado del Mapocho, alimenta la fantasía de que algún día va a jugar en Colo Colo», menciona. «Esteban Paredes representa el sueño de todo colocolino cuando es niño: hacer un gol con esa camiseta», afirma.
«Creo que los ídolos, especialmente Caszely, Barticciotto y Paredes, vienen a representar las ilusiones de cada generación», opina Abarzúa. «Y a esos ídolos los recoge un momento especial de sus vidas, una decisión, un gol, una jugada, una actitud frente a lo que llamamos destino, para empujarlos hacia la eternidad, por encima del tiempo. Ellos no eligen ser ídolos. Uno como hincha tampoco los elige para adorarlos. Es el momento el que nos reúne».