En la jornada de este lunes y a petición de un grupo de convencionales; el Pleno aprobó declarar en Estado de Emergencia Climática y Ecológica a la Convención Constitucional.
La iniciativa, impulsada por los convencionales eco-constituyentes, propone:
1. Reconocer que la nueva Constitución se escribe en un contexto de Emergencia Climática y Ecológica, por lo cual, debe tener presente, en todas las comisiones y propuestas que elabore; las garantías de educación ambiental, prevención, precaución, no regresión, mitigación, adaptación y transformación para enfrentar la crisis climática y de los ecosistemas.
2. Implementar de manera plena la petición de la Convención Constitucional Sustentable, adherida por 118 convencionales en ejercicio, a modo de resguardar que la Convención Constitucional sea sustentable en su funcionamiento.
Tras la aprobación, la presidenta de la Convención, Elisa Loncon, manifestó el sentir que significa este paso de “avanzar en este camino de la nueva Constitución sin darle la espalda a la tierra, a la naturaleza, a los seres que ahí habitan, porque ellos también habitan en nosotros. Es muy importante que lo que vamos a redactar sea en función de la madre tierra”.
Estado de Emergencia Climática y Ecológica
Asimismo, el vicepresidente Jaime Bassa agregó que, “hoy que cumplimos tres meses de trabajo para llevar el mandato de los pueblos a una nueva Constitución; hemos aprobado declararnos en estado de emergencia climática, lo que implica que este poder constituyente asume el rol fundamental de enfrentar esta situación global que nos tiene dentro de los países más vulnerables; tomando acciones de prevención, mitigación y adaptación a nivel local, dando pasos firmes para resguardar a la naturaleza”.
Según el último informe del Grupo lntergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), en las próximas décadas la crisis climática y de los ecosistemas aumentará sus efectos en todas las regiones, pudiendo producirse con mayor frecuencia episodios de calor extremo que alcanzarían umbrales críticos para el resguardo de la biodiversidad, la soberanía alimentaria y la salud.
A nivel regional, Chile cumple con 7 de los 9 factores de vulnerabilidad definidos por Naciones Unidas. La temperatura del país está aumentando a un ritmo promedio de 0,23ºC por década; las lluvias disminuyen 4 milímetros al año y el desierto avanza hacia el sur en 0,5 km. anuales.
El 87% de los glaciares del país han experimentado disminuciones de masa o volumen; mientras que el 70% de los embalses presentan déficit y 101 comunas han sido declaradas en escasez hídrica.
En este sentido, y para lograr cumplir el compromiso que Chile adquirió voluntariamente al firmar el Acuerdo de París junto a otras 194 naciones para mantener el calentamiento global estrictamente bajo los 2º centígrados, es «necesario reconocer la urgencia de la situación que vivimos hoy en día; lo cual comienza con declarar la Emergencia Climática y Ecológica que atraviesa el planeta; con el objetivo que esta declaración provea de un marco que regule las decisiones, acciones y políticas públicas».