Este sábado 30 de octubre se viene el encuentro más importante para Poema Arcanus en la presente temporada. Después de todo este tiempo sin poder hacer grandes conciertos presenciales, tendrán el show de lanzamiento oficial de su último disco ‘Stardust Solitude’, que salió en 2020 editado por el sello internacional Transcending Obscurity Records, pero ahora recién podrá ser presentado en sociedad.
La cita es en el Teatro Caupolicán, desde las 18:30 hrs, las entradas están en sistema Puntoticket y prometen un show larga duración, tocando completo el álbum y varios clásicos de la banda, además de otras sorpresas. Si es que tienen dudas por el cambio de fase en todo este contexto sanitario, el evento va de todas maneras porque cumple con todo lo estipulado por las autoridades y se han extremado las medidas de cuidado y seguridad.
En la previa hablamos con el vocalista y miembro fundador Claudio Carrasco:
-Lo primero, ¿qué significa para ustedes poder hacer este lanzamiento, después de estos difíciles últimos dos años, en un escenario importante y me imagino con ganas de volver con todo?
-Es súper gratificante tener la oportunidad, porque es un escenario emblemático. Hemos tocado un par de veces ahí y siempre suena súper bien, es amplio y todo. Si bien no es hecho para conciertos de este tipo, es una súper buena oportunidad y creo que va a ser la única vez que vamos a poder tocar ahí solos. Nos estamos preparando bien y estamos contentos por el espacio, puede que nunca más se vuelva a dar… a no ser que haya otra pandemia por ahí. Y aunque no es una vuelta completa a lo que era antes un concierto, para nosotros significa algo muy especial porque es un show único, en el fondo.
-Teniendo en cuenta que cada disco de Poema Arcanus es distinto y siempre van avanzando, ¿cuál crees que es el gran avance de ‘Stardust Solitude’?
-Es el disco que se ha demorado más en salir, de todos los que hemos hecho. No solamente por temas de la banda misma, sino por varias circunstancias del período en que fue producido. Sufrimos la pérdida de un integrante que había compuesto algunas cosas, entonces tuvimos que volver a recomponerlas. Y aparte después todo lo que pasó con la pandemia, el estallido social, se fueron demorando las cosas, hubo demoras de fábrica, el proceso de encontrar un sello, adaptarnos a su agenda, en fin… pero en el fondo, en lo que es la producción, la música y el arte, quedamos muy conformes. Es primera vez que quedo sin sentimientos encontrados después de hacer un disco. Ahí el gran trabajo se lo llevó Igor (Leiva, guitarra), que compuso la mayoría de los temas. Quedó redondo. Y es el primer disco sin teclado, ahí hubo que llenar espacios y fue un desafío en varios sentidos. Tampoco teníamos bajista al momento de grabar, los bajos los grabó Igor. Y usamos distintas técnicas también para grabar voces, en ese sentido aplicamos más intención que técnica. Eso también se nota, creo. Fue cómodo en lo personal y el resultado fue bastante bueno.
-Esto de hacer el primer disco sin teclado, ¿cómo se dio?
-En realidad hace tiempo dejamos de tener tecladista, la experiencia que tuvimos es que un tecladista tiene una gama tan amplia de sonidos y posibilidades que es casi como una orquesta sola. Estar en una banda metal para un tecladista es un poco limitante y tampoco Poema Arcanus ha sido una banda taaan orientada al teclado. Fue sincerar las cosas, básicamente. Somos 4, las cuerdas, la batería y la voz, para qué vamos a seguir haciendo teclados por detrás, sintetizadores y atmósferas que en realidad se pueden trabajar con otros elementos. En este momento apostamos a que menos es más, a la simpleza y orgánico de la producción, a ser lo más sinceros posible respecto de cómo sonamos realmente y no sobreproducir. Hay una corriente dentro del metal que está tendiendo a eso. Y esto, por el contrario, no es sonar mal o menos bien, sino más natural y no sobreproducido. Creo que logramos ese objetivo.
-Haciendo un poco de historia, ya van a ser 25 años para Poema Arcanus, o casi 30 si contamos desde los años en que se llamaban Garbage o Garbage Breed. Y en ese recorrido fueron precursores del doom en Chile, quizás fue una trabajo duro porque acá lo que más pega y se hace muy bien es el death y el thrash, ¿cómo fue empezar a meter y hacer entender el doom en nuestra escena?
-Sí, en su tiempo no había mucho espacio para meter innovación, si bien el doom a nivel global tiene harta tradición, en ese tiempo al menos en la escena en Chile había poco. Fue abrir camino, tampoco fue de un día para otro, siempre partimos con algo de experimentación, tomando elementos de varios estilos y en un momento nos dimos cuenta que el doom nos daba espacio para desarrollarnos, eso nos gustó y lo seguimos haciendo. Al principio en las tocatas costaba que comprendieran lo que hacíamos, si bien el doom es más fácil de hacerlo sonar en vivo, como es más arrastrado, más pesado y potente, es más fácil de amplificar, por ese lado la gente siempre comentó que sonábamos bien. Pero costó, al principio tocábamos con puras bandas death, por ahí su heavy metal cuando renació ese estilo, y hartas bandas thrash también. Igual nosotros teníamos elementos de esos estilos así que no era tan descabellado calzar con otras bandas. Sentimos que abrimos un espacio, un camino para grupos que vinieron después. Y al mismo tiempo respetamos a los que estaban antes que nosotros, influenciados por el doom. Es gratificante todo eso y ahora poder continuar. Efectivamente el próximo año cumplimos 30 desde que formamos la banda con Igor como Garbage, así que es harto recorrido.
-Cada uno de ustedes tiene distintos gustos e influencias, por ejemplo sabemos de la devoción de Igor por bandas como Voivod, o que a ti te gusta harto el grindcore, pero el producto final de Poema Arcanus es diferente, no es grind ni suena como Voivod, ¿cómo lo hacen para conjugar todo eso y que el resultado sea consistente con lo que ha sido esta entidad?
-Respetando los gustos de los demás, el espacio de cada uno, acá todos tienen opinión, si bien con los años nos hemos dado cuenta que algunos saben hacer mejor ciertas cosas, y en gustos se trata de dar los espacios. Nosotros escuchamos desde pop de los 80 hasta grindcore, efectivamente yo soy fanático del grind, el Lucho (Moya, batería) es más tirado a lo clásico de King Diamond o Mercyful Fate y el Juano (Díaz, bajo) como es más nuevo tiene una escuela más nueva, pero es como un viejo chico, que heredó varios gustos de nosotros también. El tema es respetar al otro y sobre todo fijarse en lo musical. Al final desde lo melódico a lo brutal, todo tiene algo rescatable para tomar y desarrollar. Y siempre nos hemos sentido libres de hacer lo que nos gusta.
-Dentro de todo el proceso de creación, ¿cuál es la importancia que le dan a las letras? Es como una obviedad que son importantes, pero hay distintas formas de afrontarlo, por ejemplo hay bandas que se conforman con algo muy estándar y están bien con eso, mientras otras las elaboran mucho más, ¿cuál es el enfoque que le dan ustedes a ese aspecto?
-Con tantos años hemos pasado distintas etapas, pero en general la fórmula que llegamos a establecer es que salga algo del interior de cada uno. Son cosas bien personales y con interpretaciones de cada uno. De ahí viene el nombre de la banda, es como una metáfora, lo que interpretamos cada uno de nosotros a partir de situaciones de la vida diaria, ya sea que lo vivamos nosotros u observemos algo cercano. Lo de las letras es súper importante, para nosotros las letras son el 50% del resultado final. Si guatea una de las partes, la música o las letras, no queda redondo. Y también últimamente le estamos dando mucha importancia al arte de los discos, también es súper relevante, un elemento más para completar la obra.
-Después del concierto, ¿qué viene para ustedes? ¿Celebrar los 30 años, retomar planes que quedaron pendientes de la pandemia?
-Queremos reeditar varias cosas el próximo año, efectivamente está lo de los 30 que se cumplen, también va a estar de aniversario nuestro segundo disco ‘Iconoclast’ que queremos reeditar en vinilo. Y probablemente saquemos una producción nueva más corta, no sé si un EP o mini disco, aunque pensar en un disco corto de Poema Arcanus es como lo que dura un disco normal para otra banda (risas), algo de una media hora o algo así. No necesariamente va a ser por el mismo sello con el que sacamos ‘Stardust Solitude’. Y tenemos una gira por Europa que hemos venido corriendo hace 2 años, esperamos que ya se pueda en octubre o noviembre del próximo, de hecho ya reagendamos algunas fechas en 2022 así que en base iremos armando la gira.
Por mientras, lo inmediato es lo de este sábado 30 de octubre en el Teatro Caupolicán. Recuerden que las últimas entradas están en Puntoticket.
Aprovechamos de compartir también su más reciente estreno en video, liberado por estos días: