A casi dos años del 18 de octubre de 2019, fecha que dio inicio a las manifestaciones populares a lo largo del país, sobre como ha cambiado nuestra sociedad desde entonces, y cuáles son los desafíos a futuro, conversamos en Palabras Sacan Palabras con el historiador Gabriel Salazar.
«Se me dio la increíble oportunidad de vivir dos veces un acto revolucionario, la de dictadura y la del nuevo estallido social, y la última la veo con un signo distinto, el proceso que inició el 18 de octubre y que está abierto aún.
Palabras de Gabriel Salazar
«Es muy importante comparar ambas coyunturas sociales. La diferencia en 1973 es que actuamos como movimientos de masas, éramos masa, éramos dirigidos desde arriba, y solo los lideres andaban en la moneda, la diferencia está en que ya no somos una masa, somos un pueblo que nos hacemos cargo de nuestra condición soberana, y estamos actuando en función de acompañar este proceso desde arriba. Todos los que han vivido este proceso hasta el día de hoy notan esa diferencia, es que nosotros hemos cambiado de una masa acompañante a una masa consciente de lo que quiere, y que lo busca por sí misma».
«Palabra estallido tiene que ver con algo profundo que toma por sorpresa a todos en el espacio público. Se ha producido muchas veces en Chile. La “revolución de la chaucha”, nadie esperaba que los estudiantes de ese entonces iban a generar una presión social por el alza de precios de movilización. Le llamaron “reventón histórico” porque nadie lo esperaba. No es que no surja de la nada, pero hay procesos inconscientes en que se piensa que hay que cambiar algo, y así se concretó».
«Ese estallido sigue, no tenemos claro si termine en los próximos años con el trabajo de la Convención Constitucional. Estos procesos son de casi 15 años en ocasiones. El cambio de fondo es un cambio revolucionario, no sabemos todavía que se va a producir en el proceso constituyente, pero si se sabe lo que se produjo dentro de la ciudadanía».
Procesos históricos
«Hay que considerar que se abrieron 3 procesos, el ciudadano que nació en la calle y que seguirá, todos los viernes se revelan movilizaciones con sus demandas. Se abrió el proceso de la convención constitucional, que esta aún abierto, no sabemos si podrá redactar una nueva carta magna consensuada. Y el tercero es el proceso de elecciones presidenciales y parlamentarias. Cuando se inicia un proceso constituyente, la anterior Constitución entra en receso porque existen muchos procesos condicionados por el texto vigente, por eso se quiere cambiar. Este proceso electoral, mirado desde la perspectiva de la constituyente, no tiene importancia de largo plazo».
«Lo central es el proceso constituyente que va desde dentro y desde fuera de la convención. Ese proceso sigue regido, estas 3 constituciones previas juntas han provocado lo que vive el pueblo hoy, porque no las dictó el pueblo, no fue la soberanía popular la que intervino, por lo tanto son ilegitimas. Por ejemplo, el conflicto mapuche, en el siglo XVII se les quitó las tierras a los mapuches, y no se ha resuelto hasta el día de hoy. Que en la actualidad no tengamos claridad respecto muchas cosas, que haya una tasa de cesantía, empleos precarios, y con la pandemia quedo claro que el grueso de la población no tiene trabajo, se crearon las ollas comunes, los ifes, que son una limosna. No es solo producto del neoliberalismo, son problemas antiguos. La historia popular desde el siglo XIX es casi lo mismo que piden hoy».