Aquí hay un hecho asombroso: aunque ha sido nominado ocho veces, Martin Scorsese solo ganó el Premio de la Academia al Mejor Director una vez; por «The Departed» de 2006. Esta es, quizás, la mayor injusticia en la historia de los Oscar; considerando que sigue siendo uno de los cineastas más venerados de todos los tiempos.
Martin Scorsese ha dado forma a nuestra imagen popular moderna del gángster, ha abordado los personajes e historias más influyentes de la historia estadounidense y humana. Pero no necesita los premios, porque su influencia es asombrosa, su estilo singular y su legado vasto. Diablos, es lo suficientemente legendario como para aplastar las películas de Marvel universalmente amadas y sobrevivir a las turbas de fanáticos.
En el día en que cumple 79 años, en la radio del rock elegimos las 10 mejores películas de Martin Scorsese.
GoodFellas (1990)
Como muchos clásicos certificados, «GoodFellas» ha sido tan absorbido por la cultura que ahora corre el riesgo de ser simplificado en nuestra conciencia colectiva como una colección de citas memorables, elegantes florituras y efectos visuales impactantes. El montaje de muerte de “Layla”; «¿Soy gracioso cómo?!?»; el plano secuencia de Copacabana; el arranque con»Jump Into the Fire» del peor día de Henry Hill. Sin embargo, basta ver «GoodFellas» nuevamente y sorprende lo absorbente y matizado que es todo. Cómo su descripción de un aspirante a mafioso (Ray Liotta) es un modelo del Sueño Americano que ha sido distorsionado y corrompido. «GoodFellas» nunca olvida que, en el fondo, los delincuentes aman las vidas que llevan, por lo que la película también es endiabladamente entretenida y divertida, hasta que no lo es. t. Scorsese nunca ha ocultado el hecho de que creció con tipos como Hill, y que siempre los admiró, aunque sabía que probablemente no debería. Trabaja a través de esos sentimientos en conflicto de manera brillante en GoodFellas. Todos estos años después, todos nosotros seguimos igual de desgarrados por estos réprobos enormemente carismáticos.
Raging Bull (1980)
Un rey rata de celos enredados, impulsos sexuales, furia desesperada y rabia violenta (la pista está en el nombre), «Raging Bull» fácilmente sería la mejor película de la carrera de cualquier otro director. Probablemente sea la mejor película sobre deportes jamás realizada, si acepta que en realidad se trata de deportes, lo cual es discutible en sí mismo. Sin embargo, Martin Scorsese, adicto a la cocaína en el período previo a la producción de la cinta, pensó que sería la última e inicialmente rechazó el proyecto, incluso cuando Robert De Niro sugirió repetidamente que echara un vistazo a la autobiografía del boxeador Jake LaMotta con miras a adaptar el libro en una película. Sin embargo, después de casi morir de una sobredosis de drogas, Scorsese cedió y canalizó su energía hacia «Raging Bull»; De Niro como LaMotta se convirtió en un hombre que luchaba con sus propios problemas e insuficiencias cada vez que subía al ring y el resultado era trascendente. La carrera de Scorsese se salvó y las próximas cuatro décadas son historia.
Taxi Driver (1976)
Robert De Niro rara vez ha sido mejor que en el drama de Martin Scorsese de 1976 sobre el veterano de Vietnam Travis Bickle, que pasa sus días y noches conduciendo su taxi por una ciudad de Nueva York que considera moralmente en bancarrota, además de conspirar para matar a un candidato presidencial (porque está obsesionado con el voluntario de Cybil Shepherd) y un proxeneta (porque es amigo de la prostituta menor de edad de Jodie Foster). La desesperación existencial y la rabia desquiciada prácticamente se filtran de cada composición enmarcada por expertos, realzando el estado de ánimo general de locura y melancolía que llevan a Bickle a finales catastróficos. Ardiente, triste y estilísticamente inolvidable, puede que sea la mejor película de Scorsese, repleta de la titánica actuación de De Niro como un solitario desesperado por la comunión, preso de una furia antisocial (según su legendario discurso para sí mismo en el espejo) y perdido en un mar de descontento, deseo y trastorno.
The Irishman (2019)
La película más reciente de martin Scorsese fue en gran parte de su tiempo: se lanzó en Netflix y y alrededor hizo ruido a raíz de los comentarios de Scorsese sobre los los «parques temáticos» de Marvel. Al mismo tiempo, hay elementos que parecen atemporales, en este punto: tuvo a De Niro y Pacino como protagonistas y empleó una narración épica de varias generaciones sobre el costo personal del crimen. Lo habíamos visto antes y nos encantó de todos modos. ¿Es una película de gánsteres tan buena como «GoodFellas» o «The Departed»? Tal vez no, pero se acerca bastante (a pesar de que De Niro envejecido digitalmente lucha por frenar a un hombre).
Mean Streets (1973)
Mean Streets es el primer éxito de taquilla proto-Scorsese en muchos sentidos. Todos los ingredientes necesarios están ahí; a saber, los mafiosos de Nueva York que lidian con la moral impuesta por su rígido catolicismo, interpretados por dos de los tres actores de renombre con los que trabajó el director en la primera mitad de su carrera. En este caso, son Keitel y De Niro quienes protagonizan (Al Pacino lamentablemente está ausente). Después de la repetición del sexo y la violencia de «Boxcar Bertha» y la pieza personal de bajo presupuesto «Who’s That Knocking At My Door», «Mean Streets» fue la primera vez que Scorsese encontró su propia voz y tuvo el dinero en efectivo para igualarla. No defraudó.
The Departed (2006)
En ese momento, parecía una locura, incluso un poco ofensivo, que de todas las películas por las que Martin Scorsese finalmente ganaría su Oscar, sería esta, un espeluznante thriller policial remangado que presentaba toda la emoción de un gángster sin mucho miedo y culpa, típico Scorsese. Sin embargo, los años han sido amables con «The Departed», una película que básicamente hace al más alto nivel lo que miles de thrillers han estado tratando de hacer durante décadas; Scorsese lo logra sin sudar realmente. Claro, Jack Nicholson lo subió un poco, y sí, no todos están de acuerdo sobre la controvertida última toma, pero «The Departed» es la película por la que cada aspirante a Tarantino mataría a su madre. A punto de cumplir 64 años, Scorsese hizo la mejor versión posible mientras dormía.
The Wolf Of Wall Street (2013)
Como todos aprendimos de «GoodFellas», las mejores películas sobre criminales te hacen simpatizar con ellos y sentir un leve deseo por lo que sea – el glamour, la emoción, el saldo bancario – acerca de su vida que atrae, antes de sacarte la lana de los ojos con rudeza en el tercer acto. «The Wolf Of Wall Street» hizo precisamente eso, aprovechando esa parte del cerebro de todos que te dice «bueno, sé que es técnicamente ilegal, pero parece muy divertido» con toda la fuerza persuasiva y manipuladora de una caja llena de Quaaludes. Es lo suficientemente apropiado para tres horas de puro porno de codicia hipermasculina, una de las películas más pirateadas de la historia. Hay que considerar esa venganza para todos esos muchachos idiotas que durante un par de meses se dieron golpes en el pecho y gruñeron. En el lado positivo, presentaba una gran cantidad de excelente sastrería a rayas de corretaje de la década de 1980 y sacó a Margot Robbie de la oscuridad antípoda, por lo que se puede dejar pasar el zumbido.
The King of Comedy (1982)
Rupert Pupkin pasó gran parte de su existencia (ficticia) a la sombra de Travis Bickle, la creación psicópata de martin Scorsese, hasta que «The King of Comedy» se benefició de un renovado interés el año pasado, con el lanzamiento del «Joker» de Todd Phillips. La película de Phillips debe muchos de sus gestos y ritmos perversos a la oscura sátira de Scorsese sobre la cultura de las celebridades, que siguió a Pupkin, un mediocre comediante de stand-up, en su delirante y obsesivo búsqueda de la fama en un late.
Casino (1995)
Scorsese se reúne con De Niro y Pesci para «Casino» de 1995, pero tiene más que repetir «GoodFellas» en mente. Una epopeya de tres horas sobre la industria de los juegos de azar de Las Vegas vista a través de los ojos del gran operador de casinos Sam «Ace» Rothstein (De Niro), es una historia sobre la codicia, el poder y la traición impulsada por las actuaciones fenomenales de sus dos protagonistas masculinos, además de Sharon Stone como la torcida esposa de Rothstein, Ginger, que no puede liberarse de su antiguo proxeneta Lester (James Woods). Una visión amplia de la vida criminal, la película presenta algunas de las mejores secuencias de dirección de la carrera de Scorsese, desde una escena temprana que sigue el movimiento del dinero desde el piso del casino hasta la sala de recuento, hasta un final que ve una forma de villanía reemplazando a otra, toda filmada por Robert Richardson con la gracia y la electricidad de Steadicam en constante movimiento.
The Last Temptation Of Christ (1988)
Cualquier pretensión de ficción que pueda hacer, son los Evangelios, como película; contar historias no puede ser mucho más ambicioso que eso. A pesar de la ayuda de un guión de Paul Schrader, «La última tentación de Cristo» podría haber sido demasiado para Martin Scorsese y casi tres horas de flagelación, crucifixión y «qué pasaría si» sobre la vida de Jesús más tarde, es difícil sentir algo pero drenado. No obstante, fue una empresa audaz que requirió mucho coraje para intentarlo (Scorsese recibió amenazas de muerte e incluso hubo un ataque terrorista cristiano fundamentalista en un cine que proyectaba la película en Francia). Probablemente no sea una película que se haría hoy por temor a ofender. Eso, en sí mismo, es una empresa artística bastante encomiable.