Anoche se realizó el Debate Presidencial Anatel 2021; la antesala de las elecciones que se realizarán este domingo 21 de noviembre; que concentró toda la polémica propia de una actividad de estas características; aaunque también tuvo ciertos episodios que se pueden englobar en tres palabras: dictadura, sexualidad y miedo.
El proceso electoral que se realizará este fin de semana está marcado por la incertidumbre; extremos fuertes y preferencias reñidas que no se veían desde 1999; cuando Ricardo Lagos y Joaquín Lavín disputaban la testera de La Moneda. El hilo que conecta esas elecciones con las próximas es precisamente el miedo al cambio.
Parisi, el candidato ausente
La previa de este debate televisado estuvo marcada por la ausencia definitiva de Franco Parisi, a quien no se le permitió participar de forma telemática. En el estudio de TVN, anfitrión de este encuentro de Anatel, comparecieron seis candidatos presidenciales. Gabriel Boric (Apruebo Dignidad); José Antonio Kast (Frente Social Cristiano); Yasna Provoste (Nuevo Pacto Social); Sebastián Sichel (Chile Podemos Más); Eduardo Artés (Unión Patriótica); y Marco Enríquez Ominami (Partido Progresista).
Quienes formularon las preguntas de rigor fueron Iván Valenzuela (Canal 13), Constanza Santa María (TVN), Juan Manuel Astorga (Mega) y Macarena Pizarro (Chilevisión y CNN Chile). Sin embargo, y tras un diálogo desafortunado, esta última sería la protagonista inesperada de esta cumbre política, consigna ADN.
En relación a lo anterior, José Antonio Kast fue otro de los protagonistas; pero no por liderar el debate, sino porque en un hecho poco común sus cinco adversarios se unieron para marcar el contraste con su programa de gobierno.
Dictaduras y sexualidad
El comienzo del Debate Presidencial Anatel 2021 se centró en la gobernabilidad; aunque fue inevitable inclinar la balanza hacia las situaciones políticas que viven Nicaragua y Cuba. De hecho, Kast desplegó una bandera del país isleño para respaldar a la oposición al régimen que ha realizado protestas en La Habana.
Pero no todo fue una conversación sobre regímenes autoritarios de otros países. Uno de los escasos gestos de unidad en el debate fue el emplazamiento colectivo hacia el candidato del Partido Republicano por las declaraciones que realizó sobre la dictadura militar de Augusto Pinochet y la persecución política que marcó aquellos 16 años.
La siguiente fase fue la educación sexual; cuyo ícono fue «Nicolás tiene dos papás», libro que se creó para explicar a niños y niñas de edad prescolar y escolar la diversidad sexual y familiar. El derecho preferente de los padres que defienden los sectores conservadores y el tildado “lobby gay” fueron condimentos que agudizaron la discusión.
Lo anterior desató una especie de «guerra de programas»; ya que Gabriel Boric increpó a José Antonio Kast con los enunciados que aparecen en el plan del candidato republicano, cuyo contenido “pone en riesgo los avances en materia de Derechos Humanos”, sostuvo el diputado por Magallanes.
Desde el otro lado, José Antonio Kast negó algunos puntos de sus programas que generaron polémica, especialmente los beneficios para los matrimonios.
El “Doctor Miedo”, las violencias y la pregunta polémica
Desde su tribuna, Marco Enríquez-Ominami no sólo puso énfasis en criticar a Gabriel Boric y José Antonio Kast, los dos líderes de las distintas encuestas de opinión que se han realizado en el último mes, en especial cuando Sebastián Sichel sufrió el éxodo de votos de la derecha tradicional, conocido como «el descuelgue». El líder del Partido Progresista insistió en hablar de la falta de experiencia del abanderado de Apruebo Dignidad.
Pero el apodo que le puso a Kast, «Doctor Miedo», se convirtió en lo más comentado del Debate Presidencial Anatel 2021.
A los otros les tocó enfrentar las dudas en torno a la gobernabilidad. Sobre todo en el caso de Yasna Provoste y tras la polémica de la DC que se originó en el debate del cuarto retiro en el Senado, cuando Carolina Goic optó por votar en contra.
“La gobernabilidad se construye con muchos. Para nosotros es fundamental que esta gobernabilidad esté acompañada de reglas claras, en las que terminemos con los abusos. Aquí hay unidad programática, unidad de propósito y unidad política”, sostuvo la expresidenta de la Cámara Alta.
La postura de Eduardo Artés, si bien a ratos se desmarcaba de los otros candidatos de izquierda y centro-izquierda, aportó otro tipo de elementos a la discusión.
“Yo soy profesor de enseñanza general básica, y muchas veces había apoderados que tenían dos hijos, pero cuando quedaban embarazadas de un tercer hijo, se veían obligados a abortar porque no habían condiciones materiales, de viviendas y trabajo para poder criar y alimentar a ese tercer hijo”, afirmó el candidato de Unión Patriótica.
Kast vs Macarena Pizarro
La incertidumbre económica, el proyecto de indulto, la violencia en las calles y la violencia de género fueron otros temas que se discutieron en la ccita. Sin embargo, el punto más alto y polémico del debate fue la contra pregunta de José Antonio Kast a Macarena Pizarro.
“¿Por qué el Estado tendría que invertir en dar beneficios a quienes tienen la ventaja de ser dos, y entre dos criar a sus hijos, a mujeres que los crían solos y sacan adelante a sus hijos sin ayuda?”, consultó la periodista de CHV y CNN Chile. “¿Usted es casada?”, fue la réplica de Kast, a lo que la profesional replicó que “soy divorciada, pero creo que eso no tiene ninguna importancia para este debate”.
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En ese punto se diluyó el tercer gran bloque del debate presidencial, con las presentaciones finales, que no ofreció mayores novedades que un posible cuadro de fuerzas de cara a la segunda vuelta.
De todos modos, en la sinopsis del drama, quedó en evidencia en quién debían centrarse durante esta instancia televisiva: no fue un todos contra todos, sino cinco contra uno.