“The French Dispatch” es, para los que venimos siguiendo la trayectoria de Wes Anderson desde hace más de dos décadas, un verdadero hito que demoró más de lo pensado. Todo gracias a la pandemia, que fue atrasando su estreno en medio de un ambiente de incertidumbre. Y había que esperar. Vaya que sí. Porque este es un festín que se aprecia de manera óptima en un cine.
El relato que construye el director es estéticamente sublime. Como ya es mara de fábrica, nos encontramos con elementos familiares. Los encuadres perfectos, el rodar en película, la gama de colores y la simetría. Todo está ahí para nuestro deleite, además de sus habitués en el reparto. Bill Murray y Owen Wilson no podían faltar, tampoco Tilda Swinton ni Adrian Brody o Edward Norton. Y al viaje se suman Frances Mc Dormand; Jeffrey Wright, Timothée Chalamet; Benicio del Toro y Léa Seudoux van completando un cuadro lleno de capas que cautiva desde el primer segundo.
La historia coral que nos trae “The French Dispatch” esta vez nos toca directo el corazón a los que dedicamos dedicar vida a contar historias. Esta «Crónica Francesa» es un hermoso homenaje a un mundo que se ha reinventado de tal manera que ahora nos parece irreconocible: el de la revista. El armar una revista, el arte de hacerla, de elegir los temas, el explayarte dando cuenta de la realidad. Una mirada casi romántica a este oficio que elegimos y que el relato que nos muestra el autor acá es el de retrospectiva, cargada de guiños audiovisuales que premian al avezado y que cautivan al principiante. Pero por sobre todas las cosas es el extrañar eso que quizás muchos no pudimos vivir de esa manera.
Dan ganas de repasar “The French Dispatch” una y otra vez como un cuadro que cuelga en la pared de un museo, detenerte en los detalles y sacar su esencia. Una oda al periodismo de otra era que te deja pensando en los tiempos que corren y aquellos que no volverán.
“The French Dispatch” llega a los cines de Chile como “La Crónica Francsa” este jueves 18 de noviembre.