Debido a la presentación de la cartelera de Santiago a Mil para su edición 2022, el reconocido actor nacional e internacional, Alfredo Castro, conversó con Concierto.cl sobre este evento, algo de política y otros tópicos.
Castro comentó que el festival «viene presencial, con todos los resguardos necesarios. Aforos, pase de movilidad. La gente tiene muchas ganas de ver teatro, está todo funcionando muy bien».
En esta misma línea, el actor destacó que Santiago a Mil «siempre es bien transversal. Depende del público, Santiago a Mil va repartiendo las obras según las necesidades de las comunas. Está con una programación muy buena».
Asimismo, el protagonista de Tengo Miedo Torero señaló que «lo más complicado han sido las salas. Al aire libre con mascarilla y lavado de mano se mantiene bien. Va a funcionar, si está funcionando en todo el mundo aquí también».
Junto con esto, el director de teatro también se refirió a la polémica que la Municipalidad de Las Condes tuvo con una obra de 31 Minutos que era parte del festival Santiago a Mil.
Sobre esto, Castro comentó que lo vio «con mucha tristeza, es censura, y eso no debería existir en ningún lado. La gente es la que tiene que decidir lo que quiere ver».
Triunfo de Gabriel Boric
Alfredo Castro también comentó el triunfo electoral de Gabriel Boric. Cabe señalar que Castro participó activamente en la campaña del presidente electo, siendo parte de la franja y de diferentes actos de campaña.
Sobre esto, Castro comentó que «me pidieron participar en la campaña del Pdte. Boric. Acepté porque sentí que teníamos los mismo ideales. Del otro candidato no compartía nada, era pura censura, me pareció una broma lo que proponía».
«La gente se movilizó, estábamos todos muy asustados, pensé que tenía que irme de este país. Me insultaron en la calle, que me iban a matar. Pensé que con este clima no podía vivir aquí», confesó el actor.
Asimismo, el intérprete descartó ser parte del nuevo gobierno señalando que «cada uno a lo suyo. Los tiempos requieren gente más técnica, creo yo. Hay gestores culturales que lo pueden hacer mucho mejor, no hay que poner a un rostro».